Al menos una decena de enganches clandestinos a la red eléctrica a punto estuvieron de causar una tragedia el jueves por la noche en Alberic. Un menor de 14 años y de nacionalidad ucraniana sufrió una descarga tras abrir el grifo y entrar en contacto con el agua. Ayer todavía permanecía en observacion en el Hospital de la Ribera. El incidente ocurrió en las denominadas «Finques Roges», un conglomerado de edificios formado por viviendas sociales y ocupado, en su mayoría, por familias con escasos recursos económicos.

Al comprobar que el niño se había electrocutado, los padres llamaron a una ambulancia, según explicaron fuentes cercanas a la investigación. El herido fue trasladado al centro de salud, donde se descartó cualquier lesión grave, aunque continúa ingresado en el hospital alcireño. Asimismo, los agentes comprobaron que la familia tenía los contratos de electricidad en regla, por lo que los indicios apuntan a que uno de los enganches ilegales de la finca pudo penetrar en la red hídrica y trasladar la tensión eléctrica a grifos y tuberías.

Inspección bajo custodia

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Policía Local, efectivos de la Guardia Civil y un camión de bomberos, que tras realizar los primeros sondeos avisaron a los técnicos de Iberdrola para que realizaran una segunda inspección más exhaustiva.

Las pesquisas de los especialistas, que actuaron custodiados por las fuerzas del orden, se saldaron con el hallazgo de más de diez derivaciones fraudulentas. La mayoría de los casos detectados correspondían a enganches directos a redes interiores de suministro eléctrico de la finca o a conexiones directas a la línea general de Iberdrola. Una manipulación que impedía que se registrara toda la energía que se estaba consumiendo. Los técnicos procedieron a cortar los enganches ilegales de manera inmediata.

Con esta, ya son dos las intervenciones que se han desarrollado en Alberic desde que el ayuntamiento denunciara en la Junta de Seguridad Ciudadana los continuos cortes de luz que venía sufriendo el barrio de la Troneta. En la anterior operación se desmantelaron una decena de plantaciones de marihuana y se localizaron 40 enganches fraudulentos a la red eléctrica. En esta ocasión, un hecho fortuito provocó que se descubrieran más de diez derivaciones.

Un precio «demasiado caro»

El fraude eléctrico no supone solo una carga económica para las empresas y los ciudadanos que pagan sus facturas y una operación de competencia desleal, sino también representan un problema grave para la seguridad y la salud de las personas que conviven o están próximas al defraudador, ya que las instalaciones manipuladas. Las nuevas tecnologías permiten detectar ahora el fraude con mayor facilidad. Al estar tipificado en el Código Penal, en función de la cantidad de electricidad ilegalmente consumida, puede constituir un delito, con las responsabilidades que conlleva.