El equipo dirigido por Carlos Flores y formado integramente por españoles, entre ellos los valencianos Daniel Llorach, Domingo Blanc, Luis Almela y el vecino de Tavernes y miembro del Club de Espeleo UPV y el Centre Excursionista de la Vall, Nando Piera, ha llegado al fondo de la La Cornisa. Esta sima, de 1.509 metros de desnivel y 6.439 de desarrollo, es la más profunda de Castilla y León, la segunda de España y novena del mundo.

Por su acceso, orografía, morfología y sus largos pozos, supone una de las más difíciles de Europa como demuestra el complicado descenso con 2.326 metros de cuerda, 272 mosquetones y más de 290 anclajes. Más de 480 kilos de material fue utilizado y trasladado a lo largo de la cavidad en unas condiciones extremas de temperatura y humedad.

Un total de 28 espeleólogos han contribuido a esta hazaña, que se incluye en el proyecto «17 picos, 17 simas. Además se tomaron datos para el proyecto científico del Instituto Geológico y Minero de España «Termosina», que consiste en introducir sensores en las profundidades de las simas para estudiar los movimientos sísmicos.