La N-332 a su paso por los municipios de la comarca de la Safor, Bellreguard, Palmera, l'Alqueria de la Comtessa y Oliva, soporta actualmente un 50 % más de tráfico del que circulaba por esta vía hace 16 años. Esa es la conclusión del estudio que ha llevado a cabo el departamento de acústica del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de Valencia.

El trabajo ha servido, además, para conocer que, como ya publicó este periódico, los vecinos que viven en la zonas más próximas a la carretera en los cascos urbanos de estas localidades, soportan una importante contaminación acústica. No en vano, las mediciones realizadas por expertos del Campus señalan que el ruido en esta vía está un 15 % por encima del máximo que marca la ley.

Según se desprende del estudio, «los niveles de ruido, en esencia son los mismos -en 2015 que en 1999-, aunque se han abierto rondas nuevas. Están en 10 decibelios por encima en todas sus franjas horarias respecto a lo que marca la ley», apuntó Jesús Alba, uno de los investigadores.

Las conclusiones de este estudio se expondrán en Tecniacústica 2015, un evento que arrancó ayer y estará abierto hasta mañana. A lo largo de estos tres días, más de 200 expertos nacionales e internacionales presentarán los últimos avances y debatirán sobre los próximos retos de investigación en el campo de la acústica.

El evento tiene lugar en la Ciudad Politècnica de la Innovación, el parque científico de la Universitat Politècnica de València.

Además de la investigación llevada a cabo en la N-332, el equipo del Campus de Gandia hablará sobre los primeros resultados del proyecto WOOL4BUILD, cuyo objetivo crear nuevos materiales absorbentes con residuos de lana de oveja. «Los primeros resultados muestran que la lana de oveja, fabricada con lanas de primera y segunda calidad, son un gran absorbente acústico, totalmente competitivo en precio y sustituto de otros materiales del mercado», apunta Romina del Rey, investigadora también del Campus.