La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, ha echado por los suelos los supuestos beneficios que para esta ciudad iba a tener la coexistencia de gobiernos del PP en el ayuntamiento, en la Generalitat y en España, aquello que su antecesor, Arturo Torró, llegó a denominar como un «fantástico tres en raya» que se mantuvo entre diciembre de 2011 y junio de 2015.

Morant reveló ayer que ese «tres en raya» no evitó que, por culpa de la inactividad en el Gobierno de Gandia, este municipio perdiera a finales de la pasada legislatura una subvención de 4,4 millones de euros destinados a pagar las obras del nuevo complejo urbanístico de Simancas, donde, entre otros aspectos, se levantan dos edificios con 104 pisos que sustituyen a las anteriores viviendas precarias.

Ese dinero iba a ser aportado por la Generalitat y el Gobierno de España para pagar las certificaciones de obra del nuevo complejo Simancas, pero el retraso generado por los problemas financieros de la empresa constructora motivó que, en abril pasado, la Generalitat comunicara que las ayudas a la viviendas habían sido suprimidas debido a que el ayuntamiento no había solicitado mantener esa colaboración.

Esa notificación, de la que no se informó en su día, causó una rápida reacción municipal. Apenas dos días después se presentó un recurso contra la pérdida de los 4,4 millones, pero esa acción no sirvió de nada porque la Conselleria de Territorio, que entonces dirigía Isabel Bonig, hoy secretaria general del PP valenciano y considerada por Torró «amiga» de Gandia, no corrigió la decisión que dejaba definitivamente sin ese dinero al ayuntamiento.

Gestiones inmediatas

Con los cambios de gobiernos en el Ayuntamiento de Gandia y en la Generalitat, que se dieron a partir de junio pasado, la nueva alcaldesa descubrió el problema y, según reveló ayer, se puso inmediatamente en contacto con María José Salvador, la sucesora de Bonig al frente de la Conselleria de Territorio. Esas gestiones terminaron ayer con la firma de un convenio dentro de un plan de la Generalitat que supone la inversión de 54 millones de euros para regeneración y rehabilitación urbana de varios municipios.

Al anunciar la recuperación de la subvención perdida, la alcaldesa socialista cargó con dureza contra Arturo Torró, a quien acusó de haber sido el artífice «de una nefasta gestión» en el ayuntamiento, y añadió que «era necesario un cambio en el Gobierno de la Generalitat» para que estos 4,4 millones de euros volvieran a Gandia. De no ser así, el dinero lo tendría que haber sido pagado por el ayuntamiento para poder recepcionar la obra, algo que Morant consideró «imposible».

El PP, por su parte, reconoció que, pese a haber intentado evitarlo, la subvención de 4,4 millones se había perdido.