os ciudadanos necesitamos establecer un antes y un después en las elecciones del próximo 20 de diciembre, con un cambio sobre la forma de hacer política para dar respuesta a quienes más lo necesitan. De este modo, en estas elecciones tan importantes, nos jugamos tener un presidente del siglo XXI, valiente como Pedro Sánchez, u otro como Rajoy que se ha quedado en el XX, que desune y que representa una forma de hacer política instrumentalizando todo en beneficio propio con intereses partidistas. En definitiva, un Rajoy cobarde totalmente ausente en el debate electoral de los principales candidatos y que se esconde tras el plasma hasta el final.

Y es que para que el PSOE gane el 20D sólo necesita obtener un voto más que el PP, porque al final lo que tendrán que elegir los ciudadanos es si quieren que gobierne Rajoy, con sus recortes de derechos y libertades, o Pedro Sánchez, con un compromiso con la igualdad y con un modelo de crecimiento económico justo, que es lo que piden los españoles.

Cabe destacar el contenido de lo que serán los primeros cinco Consejos de Ministros presididos por Pedro Sánchez y que responden a las cinco urgencias que tiene España: derogación de la reforma laboral y la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores que restaure el poder de la negociación colectiva y del trabajo con derechos; un pacto nacional por la ciencia y la educación; la aprobación de un Ingreso Mínimo Vital como una de las medidas para erradicar la pobreza infantil; la obtención de un gran acuerdo político y social contra la violencia de género y, por último, la presentación de una reforma de la Constitución, basada en el consenso y en el diálogo, que devuelva la confianza de los ciudadanos en nuestra instituciones.

Así, desde la buena política, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno se compromete al diálogo para lograr un pacto educativo, una reforma fiscal, un Pacto de Toledo que garantice las pensiones y una reforma de la Constitución que garantice la convivencia entre los españoles los próximos 30 o 40 años.

Por ello, el 20D tenemos la oportunidad de poner fin a la mala política, articulando gobiernos que construyan un futuro para la mayoría. Frente a un Mariano Rajoy que ha gobernado solo y contra todos, el PSOE apuesta por la transparencia en las instituciones y en los partidos políticos, así como una defensa a ultranza de la clase media trabajadora con una reforma fiscal en la que paguen los que más tienen.

Se trata, en definitiva, de terminar con el modelo de desigualdad que el PP ha construido estos cuatro años. Hoy, desgraciadamente, los españoles vivimos peor con Rajoy, tenemos más parados que al principio de la legislatura, más empleo precario y más inseguridad laboral. Y, para más INRI, los jóvenes no tienen más remedio que buscarse la vida fuera de España.

Los socialistas vamos a salir a la calle durante esta campaña electoral para hablar con los gandienses con un contacto directo, y explicarles que Pedro Sánchez es la garantía para abrir un nuevo tiempo en España, ya que el PSOE tiene un proyecto colectivo con el que transformar la vida de los ciudadanos, sobre todo de quienes peor lo están pasando.

El 20 de diciembre nos jugamos continuar con el inmovilismo y los recortes en derechos del PP, o apostar por el cambio en las políticas que garanticen empleos de calidad y salarios dignos, la consolidación y el respeto de los derechos sociales y un modelo de crecimiento justo que sea sostenible a largo plazo.

Así, en estas elecciones nos jugamos mucho. Además de decidir quién será el próximo presidente del Gobierno, nos jugamos conseguir una España de las oportunidades y que nuestros jóvenes vuelvan a tener esperanza de un futuro digno y de progreso. A eso nos encaminamos.