Un hombre natural de Gandia ha sido condenado por un tribunal a cuatro años de prisión por agredir «brutalmente» a otro cuando se encontraba recluso en la cárcel de Fontcalent, en Alicante.

Los hechos sucedieron la tarde del 3 de junio de 2010. Sebastián V. R., de 37 años, se encontraba en prisión preventiva por haber como sospechoso de asesinato, concretamente por un crimen registrado en la localidad alicantina de Pego en 2009 por el que sería condenado después, como cómplice, a once años de cárcel.

Ese día, en el módulo 2 de la citada prisión, el acusado agarró a otro interno por la cabeza y se la golpeó repetidamente contra la pared hasta dejarlo inconsciente.

El agredido sufrió un traumatismo craneal con fractura de hueso por el que estuvo nueve días ingresado en un hospital. Eso le provocó serias secuelas como son la pérdida de audición del oído izquierdo, una parálisis facial y trastorno adaptativo.

La sección décima de la Audiencia de Alicante considera al gandiense autor de un delito de lesiones y le condena, además de a los cuatro años de cárcel, a pagar al otro recluso 69.000 euros.

Sebastián V.R. negó que hubiera golpeado al otro interno y sostuvo, por el contrario, que fue éste quien intentó agredirle primero en compañía de otros reclusos.

«Yo me lo quité de encima, le pegué un empujón de nada y, como el suelo estaba mojado, se resbaló y se cayó al suelo», adujo.

Los magistrados no creen su versión y se decantan por la del agredido, según el cual, el acusado le golpeó repentinamente después de que le reclamara una tarjeta telefónica.

El tribunal señala que en el momento en que se produjo la agresión «no constaba una especial peligrosidad» respecto a Sebastián V.R. , motivo por el cual no se determinó «su cambio de módulo a otro de mayor seguridad».