No sabemos cuántas veces se pueden repetir elecciones, pero lo que sí intuimos es que los ciudadanos van a mantener su posición y repetir el voto como lo hicieron en las últimas elecciones generales.

El reparto de escaños actual perjudica, como lo ha venido haciendo desde su existencia, a partidos minoritarios de ámbito estatal como lo fue UPyD y en esta ocasión a IU que si bien proporcionalmente le hubieran correspondido alrededor de 15 escaños, se había quedado con sólo 2. Era evidente que tenían que pactar con alguien. No es mi intención valorar si Podemos ha sido la mejor o la única solución.

Cosa diferente es la situación en la que se queda PSOE que dice claramente no a Podemos y al PP, antes y después de elecciones.

Si considerara un pacto postelectoral (a la alemana) con el Partido Popular, otorgándole la presidencia a Mariano Rajoy, sabe que sería duramente castigado por sus militantes más puristas. Por otro lado, un pacto con Podemos le costaría una dilución ideológica del PSOE en pro de Podemos, como parece ser le ocurrirá a IU. Se trata del nuevo liderazgo de la izquierda.

Ahora bien la decisión del PSOE tras las próximas elecciones no sólo depende de si la coalición Podemos-IU se convierte en el segundo partido en las próximas elecciones. Para el Sr. Sánchez no se trata principalmente de quién gobierna en la próxima legislatura. Lo que está en juego es el futuro del Partido Socialista a medio y largo plazo.

Mientras tanto, la actualidad está marcada por los asuntos judiciales. Y es que, parece ser que gobernar ya no se trata de gestionar los recursos públicos para resolver los problemas que realmente importan a la ciudadanía. Para muchos se trata más bien de buscar algún error administrativo del anterior gobierno por el que poder ir a los tribunales. Con ello hacen más ruido y consiguen titulares más atractivos.

Pero en estos tiempos difíciles, la ciudadanía tendrá que elegir si apoya a algunos o castiga a otros. Si prefiere estrategias tácticas e improvisaciones o busca moderación, sensatez y seguridad. Todos recordamos cómo dilapidó a España el Sr. Zapatero, y es que no hace falta más de 4 años para llevar a un país a la ruina.

Los políticos tendrán a aprender a pactar por encima de sus estrategias electorales, pues eso es lo que les ha exigido la ciudadanía en las urnas. Pero los ciudadanos tendremos que aprender a diferenciar entre los que hablan de problemas y los que hablan de soluciones. Los serios y coherentes que tienen una ideología clara y los que prometen lo imposible con recetas diferentes cada día, o lo que es peor, sin receta alguna.