La singularidad del debate, el viernes pasado en la Llar dels Jubilats, radicó en que por primera vez en mucho tiempo se reunían expertos de diversos ámbitos para abordar la movilidad en bicicleta en Oliva. Intervinieron Paco Tortosa, autor del libro «España en bici»; el concejal de Planeamiento Urbanístico, Blai Peiró; el arquitecto municipal Juan Ramón Porta; Domingo Rus, de la empresa Extrem Tracks; Josep Sifres, gerente de la tienda El Pedal; y Raimon Porta, estudiante de la UPV.
Todos ellos se quedaron sorprendidos por el éxito de convocatoria; de hecho hubo más de 50 asistentes a una cita que se alargó durante dos horas y media, incluyendo un turno posterior de preguntas. El encuentro estuvo organizado por Mamen García y las asociaciones Uma y Dóna Senyal.
También hubo unanimidad en la reivindicación histórica de sacar la carretera N-332 del casco urbano como requisito indispensable para llegar a una movilidad sostenible en la ciudad.
Blai Peiró anunció que el Gobierno de Oliva tiene previsto licitar antes de fin de año un Plan de Movilidad Sostenible, con un presupuesto de 40.000 euros, que permitirá detectar las barreras arquitectónicas del municipio. También se refirió a la labor educativa que se realiza desde el parque de educación vial, por donde pasan centenares de escolares.
Por otra parte, el Gobierno olivense mantiene conversaciones con Acuamed, que construye la canalización de la Rambla Gallinera, para que la empresa estatal financie la adaptación de los caminos laterales como rutas ciclistas.
El técnico Juan Ramón Porta explicó que Oliva ya tiene redactado un estudio de malla ciclista local, documento que se podría incorporar al PGOU en revisión. El terreno llano, la distribución dispersa de los núcleos urbanos y la existencia de una rica y extensa red de caminos rurales hacen de Oliva un municipio idóneo para estar conectado con vías ciclistas. La red ciclista de Oliva está diseñada para que una todas las dotaciones y servicios públicos; espacios naturales como el marjal, la Font Salada o la Gallinera; así como otras localidades de la comarca.
El primer carril bici de Oliva, un kilómetro en el paseo Francisco Brines hacia la playa, se construyó en 1985 y se reformó en 2011. El antiguo MOPU construyó en 1990 otro tramo en la Ronda del Rebollet, y en 1995 la vía Gandia-Oliva. Con los años se han construido más, pero de pocos metros: paseos Joan Fuster y Alcalde Juan Sancho, Pasadores, Roís de Corella, avenida Sisteron, en el margen de la carretera a la playa, y la señalización de diversas rutas turísticas a la Font Salada y el Riu Bullent.
Josep Sifres, como usuario asiduo de la bicicleta, alertó sobre algunos tramos que revisten peligro, como el comprendido entre el Pont del Bolo y la rotonda de l'Àncora, o el del paseo frente a «El Lloc», que invaden muchos peatones al no estar bien señalizados como carriles bici.
Domingo Rus contó la experiencia de su empresa, Extrem Tracks, que ofrece alquiler de bicicletas además de rutas por Oliva, el marjal o Les Valls. Pidió más vigilancia para evitar actos vandálicos como el cierre de caminos que son públicos o el robo de señales y se quejó de la suciedad que dejan algunas «colles» de recolectores de naranjas.
Raimon Porta expuso su diseño de una pista cicloturista blanda entre Oliva y la Font d'en Carròs. Esta partiría de la Séquia Mitjana e incluso ayudaría al drenaje de la zona en caso de inundaciones por fuertes lluvias.
La concejala de Medio Ambiente, Imma Ibiza, también presente, apuntó en el turno abierto que en las cuestiones de movilidad «es imprescindible la participación ciudadana, para que las decisiones no sólo se dejen en manos de los políticos».
Otras intervenciones del público hicieron hincapié en las dificultades que tienen para moverse por la ciudad las personas que van en silla de ruedas, especialmente por el casco antiguo.
