El Ministerio de Medio Ambiente ha puesto en marcha el Plan Litoral 2017, con una inversión de 16,5 millones de euros, para recuperar las playas afectadas por los temporales de finales de noviembre y de diciembre en la Comunitat Valenciana y otras zonas de España, según ha informado este departamento del Gobierno español.
Entre los proyectos aprobados por el Gobierno figura, una vez más, el aporte de arena a la playa de la Goleta, situada en el extremo norte de la zona urbanizada de Tavernes de la Valldigna, donde, como es habitual, el duro temporal marítimo del noreste arrastró la arena que se había depositado apenas unos meses antes.
Según informó el Gobierno español en una nota informativa, esas acciones, tendentes a evitar que el mar pueda causar daños en edificios e infraestructuras públicas, se iniciarán, de urgencia, en este mismo mes de enero.
En la Comunitat Valenciana se acometerá la reparación del paseo Marítimo en el término municipal de Almenara. En la provincia de Valencia, los daños producidos hacen necesarias tareas de recargas de arena, reparación de sistemas dunares y reparación de infraestructuras. Los términos municipales más afectados han sido los de Valencia, Cullera, Tavernes de la Valldigna, Alboraya y el Puig, habiéndose producido daños también en otros términos. El presupuesto total estimado en la provincia de Valencia asciende a dos millones de euros. El Ministerio de Medio Ambiente no ha especificado la cuantía que corresponde concretamente a la playa vallera de la Goleta. En el anterior aporte de arena, que tuvo lugar para la campaña de verano, la inversión rondó los 800.000 euros.
Todo aquel trabajo, y, en definitiva, toda aquella inversión, fue arrastrada por los temporales del este y del noreste, lo que ha permitido evidenciar, una vez más, que el problema de la playa de la Goleta no lleva camino de solucionarse con constantes aportaciones de arena que se producen casi siempre cuando el mar está a punto de invadir la urbanización más cercana, el Lago Azul.
Por ese motivo, el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna sigue exigiendo al Ministerio de Medio Ambiente que, en vez de gastar cientos de miles de euros en actuaciones cíclicas, aborde cuanto antes la redacción de un proyecto que facilite retener la arena contando con la dinámica marina.
Eso es posible, según un estudio técnico, mediante la ejecución de una línea de espiones que evite el arrastre de la arena hacia el sur y hacia el interior del mar, pero hasta ahora el Gobierno de España no ha mostrado interés en aplicarlo.
Como se sabe, el problema de la Goleta es el espigón construido hace años en la desembocadura del río Júcar, que retiene la arena, acumulándola en la zona norte y evitando que se desplace hacia el sur. Ese problema también afecta a la playa del Brosquil, entre Cullera y Tavernes de la Valldigna. En mucha menor medida, esa situación se plantea con el dique del puerto de Gandia, que causa un déficit de aporte de sólidos en las playas situadas al sur.
