Ataviados con sombreros, gafas de sol y buceo y hasta con elementos flotantes para la playa o piscina, una decena de activistas de la Plataforma d'Afectats per la Hipoteca de la Safor-Valldigna, protagonizaron ayer protestas a las puertas de distintas sucursales bancarias de Gandia. El simbólico objetivo de esta acción era la de demostrar que el colectivo «no descansa en vacaciones», o, lo que es lo mismo, que siguen luchando por el derecho a una vivienda digna pese a estar inmersos en pleno mes de julio.

En la concentración se leyó un manifiesto en el que insisten en que se promueva una nueva ley de la vivienda que recoja cinco «demandas de mínimos»: La dación en pago retroactiva y eliminación y compensación de cláusulas abusivas, alquiler asequible, acabar con los desahucios, vivienda social para realojar a familias en pisos de bancos y suministros básicos garantizados para que toda familia tenga acceso a agua, luz y gas.