Por mucho que se repita el guión, el espectáculo está servido y para muchos lo más significativo de las fiestas de Moros y Cristianos de Oliva son las entradas de los dos bandos que centran el protagonismo. Las filaes, la música, el arte y la imaginación que ponen para encandilar al espectador deja con la boca abierta tanto a quienes ya han presenciado el acto en ediciones anteriores como, sobre todo, a los que lo ven por primera vez.

Ayer, en la Entrada Cristiana 2017, la filà Corsaris desfiló magistralmente mostrando su esplendor por las calles de la ciudad. Culminando todo el desfile, el capitán, Juan García Narváez, no ocultaba sentirse el hombre más feliz de la tierra, acompañado por su favorita, Pilar Martínez, sobre la carroza, al cumplir su sueño de dirigir las tropas cristianas. Previamente, sobre su carroza había desfilado el embajador, Jonatan Ramos Beneyto, acompañado por su novia, Ángela Serrano, su madre, Claudia Beneyto, y por la pequeña Cloe Ramos Serrano.

El desfile de la capitanía cristiana arrancó con la «Illa Pare» tan apreciada bajo la bandera corsaria, la pancarta anunciadora de la capitanía, los banderines de nuncio y los niños y niñas corsarios, además del carro de reparto de guiones de la entrada.

El sugestivo ballet infantil Mou-te Grup de Oliva dio paso a los carros de reparto de jabones artesanos y el teatro de anuncio de la llegada de los Corsarios a la «Illa Pare». Las antorchas dieron paso a la abanderada de la filà, Paula Narváez Cots, sobre su carroza.

Después desfilaron la pancarta anunciadora del embajador cristiano y el caballo batidor con lucha de antorchas y fuego en señal de conquista que dio paso a la escuadra de la filà Templaris de Benissa y la escuadra especial del embajador, titulada «Lluita en alta mar», con el jefe de escuadra Juan Manuel García Ruiz y la banda de la Societat Musical La Lira de Quatretonda. Cerrando esa escena, aparecía la carroza del embajador.

Los presentes presenciaron entonces la pancarta que anunciaba la llegada del capitán cristiano, con antorchas y ballet, seguidos por caballos y fuego de victoria y la participación de las filaes Conqueridors de Alzira, Corsàries de la Ribera y Dracs de Bellreguard.

Todos dieron paso a la escuadra especial «Capità cristià. Esquadra Lapislázuli» con las jefas de escuadra, Alba Alborch García y Arantxa Narváez Cots, y la banda de la Societat Musical de Benirredrà. Cerró el desfile la preciosa carroza del capitán.

Miles de personas disfrutaron del discurrir de todo este espectáculo que atrae a vecinos y a forasteros en la que es la ciudad más importante de la Safor por el protagonismo de sus fiestas de Moros y Cristianos. El desfile había sido abierto por la abanderada de la Federació de Moros i Cristians, Ivón Devesa Ferrer, con la banda de animación.

Seguidamente se pudo ver a la filà Jaume I, capitana del próximo ejercicio. Después de ella fueron desfilando el resto de filaes del bando cristiano: Mosqueters, Masers, Pirates y Contrabandistes, para concluir con la capitana del 2017 Corsaris.

Dentro del programa de actos, la Entrada Cristiana de ayer simboliza la toma de la ciudad de Oliva por parte de las tropas de la cruz, pero siguiendo la cronología, esta pasada madrugada estaba previsto que las huestes del bando moro desembarcaran en la playa y, tras imponerse en un primer combate, realizarán, esta tarde, la no menos espectacular entrada por el itinerario habitual.

Morera y Rodríguez acuden hoy

El palco de honor de la Federació de Moros i Cristians tendrá hoy a dos invitados de lujo: el presidente de les Corts Valencianes, el olivense Enric Morera, y el presidente de la Diputación de València, Jorge Rodríguez, entre otros altos cargos invitados.

Se da la circunstancia que el alcalde de Oliva, David González, excepcionalmente este año ejercerá como «Cap d'Esquadra» de su amigo y capitán, Lluís Gregori, dado que ambos pertenecen a la misma filà, y su esposa, Laia Martínez, también será Cap d'Esquadra, como lo hace habitualmente en la filà Tuàregs.