Está claro que Arturo Torró, exalcalde del PP de Gandia, tiene esa potestad de poder sacudir los cimientos de la política local a poco que hable sobre cuestiones públicas. Ocurrió ayer, otra vez, a raíz de una carta que ha remitido a Manuel García-Castellón, el juez de la Audiencia Nacional que instruye el Caso Púnica, a quien le pide que le retire la condición de investigado en esa trama de corrupción.

Hasta ahí todo sería lógico y normal, dado que Torró ejerce su derecho a tratar de demostrar al juez su inocencia, pero lo que ya no lo es tanto es que en esa misiva revelada ayer el exalcalde argumente, entre otros motivos personales y profesionales, que, debido a esta investigación a la que está sometido, «no tengo opción de presentarme» a las elecciones que tendrán lugar el año próximo para renovar los ayuntamientos y la Generalitat. Es decir, Arturo Torró da a entender que quiere ser candidato en esas elecciones cuando ya todos daban por sentado que su carrera política, al menos para los años inmediatos, estaba más que cerrada. De hecho, ha reemprendido con determinación su faceta empresarial, centrada ahora en la reciente apertura de dos establecimientos de óptica en la capital de la Safor.

Ante el revuelo generado, el exalcalde de Gandia dijo, en conversación con este periódico, que una cosa son las estrategias judiciales para tratar de demostrar su inocencia y quedar libre de investigación (lo que antes se llamaba imputado), y otra la realidad.

Arturo Torró aclaró que no tiene ninguna intención de volver a ser candidato a la alcaldía de Gandia, pero que quiere dejar de ser investigado en el caso Púnica para «quedar libre y así poder tomar las decisiones que considere oportunas». Entre esas decisiones también figuran las del ámbito político, algo que tiene vetado ahora porque el PP, como otros partidos, apartan a los cargos investigados por la justicia y les vetan para tener relevancia pública con la intención de dar una imagen de contundencia ante la corrupción.

El caso es que Torró considera que seguir apareciendo en los papeles de Púnica afecta no solo a su vida pública, sino también a la privada y profesional, de ahí que solicite «amparo» al magistrado de la Audiencia Nacional porque, según señaló a este periódico, «lo que no puede ser es que una causa judicial permanezca abierta durante tantos años», empañando la reputación de las personas investigadas, como es su caso.

«Una carta de buena fe»

El exalcalde del PP, tras señalar que la carta enviada a García-Castellón la redactó «con toda la buena fe del mundo», concluye que no quiere ser candidato a la alcaldía de Gandia, un puesto en el que deberá estar «la persona que designe el PP de Valencia».

Poco después de la conversación con Levante-EMV, Torró acentuaba su mensaje a través de un comunicado. «Soy un empresario que temporalmente he ejercido la política, de la que estoy retirado. Ahora me encuentro inmerso al cien por cien en mi actividad empresarial y esa es mi dedicación ahora y en el futuro próximo». Sus palabras contribuyeron a calmar el revuelo político generado. Quién sabe si hasta su próxima declaración pública.