El secretario autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Josep Vicent Boira, se ha comprometido a ir de la mano con el Ayuntamiento de Xeresa para reclamar al Ministerio de Fomento que inicie las obras de eliminación del paso a nivel del tren de cercanías a su paso por este término municipal, un proyecto que se encuentra parado desde hace meses pese a que está adjudicado a una Unión Temporal de Empresas (UTE).

Como publicó este periódico hace unas semanas, el consistorio xeresero está dispuesto, incluso, a llegar a los tribunales si la administración nacional no empieza con la ejecución de una obra tan demandada como la administración local viene reclamando desde hace meses.

El ministerio argumenta que el retraso se debe a una necesaria modificación del proyecto, ya que el inicial invadía la carretera N-332, que transcurre junto a la vía.

Una vez elaborado el proyecto, los gestores se dieron cuenta de que los estribos del paso elevado que está previsto que se construya para salvar la vía tocan unos metros la carretera de titularidad nacional y que Adif, entidad que debe llevar a cabo la obra, no contaba con los permisos necesarios para ocupar ese terreno.

Se da la circunstancia de que la Dirección General de Carreteras, organismo que tiene la competencia para dar licencia de ocupación de la vía, y Adif son dos entes diferentes que pertenecen al mismo departamento de Fomento.

Desde el propio ayuntamiento calificaron la situación de «esperpéntica», y se han mostrado «indignados», «dado que era desde el mismo ministerio de donde se denegaba la ejecución del proyecto cuando ya habían expropiado el terrenos y adjudicado la obra».

El alcalde de Xeresa, Tomàs Ferrandis, se reunió hace unos días con Boira y le expuso el estado en el que se encuentra el proyecto. El dirigente autonómico, explicaron desde la localidad de la Safor, «comparte la preocupación por esta situación». Los responsables municipales llevan desde el pasado mes de julio pidiendo que se avance en los trámites para unos trabajos que servirán para acabar con un punto donde se han producido muertes por accidente.