El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna tiene previsto hoy firmar el acta de ocupación de los terrenos para la construcción del colector que evitará inundaciones en la playa. Este trámite permite dar un paso muy importante al que es el proyecto de mayor envergadura de cuantos se han llevado a cabo en el municipio en la última década. No solo por el desembolso que supondrá, alrededor de tres millones de euros, sino por la necesidad imperiosa de que la localidad cuente con esta infraestructura que acabe con las graves inundaciones que se producen cada vez que llueve de forma más o menos copiosa, un problema que padecen desde hace años vecinos y comerciantes.

Si todo va como espera el Gobierno local de Compromís, las obras podrían empezar a principios del año 2019. No puede ser antes porque los plazos que manejan desde el departamento de Urbanismo fijan el 2018 para cumplimentar todo el trámite administrativo previo: Aprobar el proyecto en el pleno, firmar el convenio con la Generalitat para que se haga cargo de su parte de las obras, hacer la consignación presupuestaria y aprobar los pliegos e iniciar la licitación del proyecto para adjudicar las obras.

La documentación que será formalizada hoy será enviada posteriormente al registro de la propiedad del municipio para que realice la anotación de los terrenos afectados a nombre del ayuntamientol, como establece la modificación de la Lotup que fue aprobada en 2015 por las Corts.

Los propietarios, por este acto, recibirán una indemnización que variará dependiendo de si los terrenos tienen algún tipo de construcción o no (caseta de aperos, por ejemplo) o la superficie del terreno, entre otros criterios.

En todo caso, todo esto quedará a expensas de lo que dicte la justicia. Y es que, al menos la mitad de los propietarios de los terrenos por los que pasa la infraestructura han presentado una recurso contencioso administrativo contra la ocupación, que aún queda pendiente de resolver. Es más, no se descarta que los denunciantes reclamen la suspensión cautelar, lo que, de consumarse por parte de la justicia, retrasaría el inicio de las obras.

Para llevar a cabo este proyecto, el ayuntamiento tiene previsto ocupar alrededor de 6.000 metros cuadrados de terrenos que pertenecen a una quincena de propietarios diferentes.

Nueva avenida Blasco Ibáñez

Como este periódico publicó en su día, la construcción de la segunda fase del colector (la primera se hizo junto a la avenida de la Marina pero no desemboca en ninguna parte) lleva aparejada la creación de un vial perimetral que transcurrirá por el oeste del casco urbano de la playa, por detrás de la avenida Blasco Ibáñez (línea amarilla enel gráfico), que es la que une la avenida de la Marina con la zona de la Goleta. Esta carretera permitirá descongestionar de tráfico la principal arteria de la playa vallera, la avenida.

La obra arrancará desde la zona de la Barraca Paellera y apenas tendrá afección en el casco urbano, al contrario de lo que ocurría con el anterior proyecto, que obligaba a levantar toda Blasco Ibáñez. De forma paralela y como parte del mismo proyecto, esta misma avenida será sometida a una remodelación integral para ganar espacio para el peatón.

Esta vía es muy utilizada por los veraneantes de la playa de Tavernes de la Valldigna, sobre todo en fin de semana, cuando se celebra el mercadillo en la Goleta y muchos se desplazan hasta allí a pie. Actualmente, las aceras apenas permiten que pasen dos cochecitos de bebé al mismo tiempo, además de que se encuentran en muy mal estado. La nueva obra ampliará los márgenes peatonales y convertirá el carril central, que ahora es de doble sentido, en solo uno, ya que la nueva infraestructura que se construirá sobre el colector complementará esa función de unir el norte y el sur del casco urbano de la playa de Tavernes.