Puede que una señal de tráfico caiga debido al viento, al golpe producido por algún vehículo, a una acción vandálica o a otras causas. Pero lo que no es normal es que, a la hora de afianzarla en su lugar para que cumpla la función informativa a los conductores, se utilicen cordeles, bridas o cinta americana. Y menos lo es que en esa situación se encuentren numerosas señales repartidas por una misma localidad.

Pero eso es, justamente, lo que está pasando en Oliva y lo que ha llamado la atención de numerosos ciudadanos y, especialmente, del Partido Popular de esta ciudad, que no ha dudado en darse un paseo para detectar, fotografiar y publicitar esta forma chapucera de reparar los elementos urbanos.

Salvador Llopis, portavoz del PP en el Ayuntamiento olivense, indica a este periódico que su acción incluso ha causado risas en las redes sociales ante lo que supone un abandono de las responsabilidades municipales. También señala Llopis que, además de señales, existen farolas, papeleras y otros elementos que igualmente necesitan ser reparados o repuestos. Como también sería urgente, a su entender, una acción del ayuntamiento para mejorar la pintura vial, empezando por los pasos de peatones.

«No sé de qué sirve vanagloriarse de un ayuntamiento que tiene cero deuda si hay necesidades tan urgentes como estas que no se están acometiendo», indicó Llopis ayer a este periódico, al tiempo que alertaba del «peligro», especialmente para los niños, por la existencia de farolas deterioradas que se han «reparado» con cinta aislante. «La imagen que estamos dando esta siendo penosa, tanto para los vecinos de Oliva como para los turistas, a los que parece ser despiertan más interés estos monumentos improvisados que nuestro valioso patrimonio, llevándose consigo unas fotografías de estos», concluye Llopis.

Aunque el PP carga contra el departamento de Obras y Servicios, en realidad la competencia del mantenimiento de la señalización horizontal y vertical, así como de la renovación de la pintura vial, está en manos de Tráfico y Señalización, que ostenta el propio alcalde olivense, David González.

En ese sentido, la primera autoridad local reconoció ayer a este periódico el problema y explicó que hasta ahora el mantenimiento de esos elementos urbanos se hacía con contratos menores pero que, debido a la envergadura de la inversión, ahora es necesario pasar a un contrato mayor, un proceso administrativo que ya se ha iniciado para poder renovar las señales lo antes posible.