El tiempo había hecho estragos en el manto de la Virgen de La Soledad, una pieza de terciopelo negro bordado con hilo de oro. Y la humedad del museo de la Semana Santa Marinera se encargó de hacer el resto. Por ello, la cofradía de Granaderos de la Virgen de la Soledad se propuso restaurar el manto de la imagen como uno de sus objetivos principales de 2014 ante un deterioro más que evidente. Y lo han conseguido. Ayer, la imagen salió en procesión, el día de la Virgen de Dolores, con un manto restaurado que parecía nuevo. De esta forma, el esfuerzo de los cofrades se vio recompensado. Y es que la hermandad ha sufragado la mitad del coste de la restauración del manto, que casi asciende a 27.000 euros. Por ello, sin la colaboración del Ayuntamiento de Valencia „que ha pagado la otra mitad„ «el proyecto no hubiera sido posible».

La cofradía de Granaderos de la Virgen de la Soledad encargó el proyecto de restauración al taller de artesanía litúrgica Manantial, ubicado en Alboraya. Ayer, los cofrades se dieron por satisfechos con el resultado final de un trabajo que ha durado dos años ya que conseguir los 13.000 euros que debía aportar la entidad no ha sido fácil. «El manto estaba muy deteriorado porque se notaba el paso del tiempo y, además, la humedad que hay en el museo donde guardamos las imágenes no ayudó, sino todo lo contrario. Desde la cofradía de granaderos hemos hecho encaje de bolillos para cuadrar las cuentas y obtener la financiación que necesitábamos», explicó ayer el directivo de Junta Mayor y granadero de pro, Francisco Burguera. El manto actual de la Virgen de la Soledad data de 1966 y fue confeccionado por las Hermanas Adoratrices del Convento de la Madre Sacramento, que tardaron dos años en acabarlo. Su precio, en aquella época, fue de 168.000 pesetas.

Rodales de pintura

Pero el esfuerzo de esta entidad por hacer crecer tanto su hermandad como la fiesta de la Semana Santa Marinera no acaba ahí. La cofradía de granaderos del Canyamelar también ha invertido 4.900 euros en restaurar los cuatro ángeles que luce el trono anda ya que, por motivos que nadie se explica, la pintura de las imágenes se desprendía con facilidad, a pesar de que la última restauración fue hace apenas ocho años.

«Los cuatro ángeles son de antes de la Guerra Civil y ahora sabemos que, en origen, eran, en parte, de pan de oro. En 2007 la universidad realizó una restauración con motivo del 125 aniversario de la cofradía, pero no podemos entender cómo ni por qué, la pintura comenzó a saltar hace poco tiempo. No podíamos tener a los ángeles en esas condiciones, con la pintura a rodales en la cara y en el cuerpo. Preguntamos si había algún tipo de garantía... pero no hubo nada que hacer. Entonces, desde la conselleria nos dijeron que ellos se encargarían de la restauración. Y así ha sido. La técnico que se ha encargado de la misma ha descubierto lo del pan de oro en el orígenes de las figuras y la verdad es que han quedado perfectos», detalló Burguera.