Así lo declararon la presidenta y el director de AI en España, Itziar Ruiz-Giménez y Esteban Beltrán, respectivamente, durante la presentación del informe anual sobre el estado de los Derechos Humanos en el mundo, en la que aseguraron que en al menos 81 países todavía se infligen torturas o malos tratos, que en al menos 54 se celebran juicios sin las garantías debidas y que en al menos 77 no se permite hablar con libertad.
"En 2008, los gobiernos deben disculparse por estas seis décadas de incumplimiento y deben plantear mejoras", explicó Beltrán, quien añadió que, a pesar de todo, también ha habido mejoras en estos años, sobre todo en lo relativo a la pena de muerte, ya que 133 países la han abolido, aunque todavía se practican ejecuciones en 24.
A juicio de Amnistía, el año 2007 se ha caracterizado por la "impotencia de los gobiernos occidentales y la ambigüedad o renuencia de las potencias emergentes a atajar algunas de las peores crisis mundiales de Derechos Humanos, ya fueran arraigados conflictos o crecientes desigualdades que a tantos millones de personas están dejando relegadas".
Según afirma la ONG en su informe, "Darfur, Zimbabue, Gaza, Irak y Myanmar (la antigua Birmania) son puntos calientes que exigen una actuación inmediata en materia de Derechos Humanos". Así lo aseguró Mohamed Abdelshakour Omersalih, defensor de los Derechos Humanos en Sudán, quien denunció que lo que está ocurriendo en su país es un "genocidio" que la comunidad internacional "no puede seguir tolerando".
En opinión de Omersalih, que ha presentado en España una solicitud de asilo, la UE "debe usar el poder que tiene para presionar" a Jartum y a la oposición para buscar un acuerdo que lleve al fin del conflicto y a una paz duradera.
MOMENTO OPORTUNO
Por su parte, Beltrán insistió en que "los gobiernos no pueden seguir fallando ante los ciudadanos de todo el mundo", pues aún quedan muchas cosas por hacer, principalmente en lo que se refiere a los derechos de los civiles en conflictos armados, la violencia contra las mujeres, la protección de inmigrantes y solicitantes de asilo, la tortura como medio para conseguir información, y la represión a la disidencia y movilizaciones populares.
Según el director de AI en España, estos cambios podrían llegar en un momento oportuno como es el actual, ya que el año pasado "se caracterizó por la impaciencia de la población y movilizaciones de sectores de lo más inesperado", como los monjes budistas en Birmania o los abogados en Pakistán.
"2008 ofrece una oportunidad de rechazar estas políticas y prácticas miopes que han hecho del mundo un lugar más peligroso", afirmó Beltrán.
Para Amnistía Internacional, son los países más poderosos los que deben dar ejemplo al resto y, en este sentido, Beltrán nombró a Estados Unidos, cerrando la prisión de Guantánamo y demás centros secretos de detención para que los allí encarcelados sean juzgados o liberados, y China, que "tiene que cumplir las promesas en materia de Derechos Humanos que formuló en torno a los Juegos Olímpicos y permitir la libertad de expresión y acabar con la reeducación por el trabajo.
En su opinión, una de las "promesas incumplidas" de la Declaración de 1948 que resulta "totalmente inaceptable" es la tortura, una práctica que siempre fue "la más clandestina de las violaciones de los Derechos Humanos" y que hoy "corre el riesgo de convertirse en aceptable".
COMPLICIDAD DE EUROPA
Beltrán destacó la actuación de Estados Unidos en este aspecto y la práctica de la tortura que ejerce en el centro de detención de Guantánamo y los vuelos secretos de la CIA para el traslado a cárceles de otros países a arrestados por terrorismo, algo a lo que, según denunció Ruiz-Giménez, han contribuido los países europeos por su "silencio y pasividad".
"Europa --afirmó la presidenta de Amnistía Internacional en España-- ha fracasado nuevamente por su complicidad. Europa plantea el desafío de cumplir la declaración de Derechos Humanos que no sea sólo palabras".
En este grupo de países se integra España, el cual, según Ruiz-Giménez, tiene también este desafío. En este sentido, mencionó que el año pasado se conocieron datos sobre el paso de vuelos de la CIA por nuestro país o las denuncias por malos tratos bajo custodia de las fuerzas de seguridad, que no es una práctica "sistemática" pero sí "constante" en todo el territorio.
Además, subrayó que España también "ha fracasado" en su política de derechos de los inmigrantes y solicitantes de asilo, en la protección a las mujeres a pesar de los avances experimentados por la Ley integral contra la Violencia de Género, y a los menores inmigrantes, que son devueltos a sus países sin garantías de que vayan a volver con sus familias.
Asimismo, Ruiz-Giménez manifestó la preocupación de Amnistía Internacional por los últimos atentados cometidos por ETA y por su campaña de extorsión y amenazas a empresarios y políticos españoles.
Por otra parte, Beltrán apuntó que el proyecto de ley de inmigración en Italia promovido por el Gobierno de Berlusconi debería ser estudiado por la Comisión Europea y por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos porque podría ser discriminatoria y suponer una violación de derechos, ya que "la inmigración no es ningún delito".
Además, consideró "sospechosa" la "aparente facilidad" con la que cinco campamentos de inmigrantes rumanos han sido quemados en Italia, por lo que informó que una coalición de ONG, incluida AI, ya ha elevado esta preocupación al Gobierno italiano.
"JUSTICIA INTERNACIONAL"
A pesar de todo, Beltrán afirmó que los avances más positivos desde la firma de la Declaración Universal de Derechos Humanos han sido los relativos a lo que llamó "Justicia internacional", concepto que, según explicó, se conoció en todo el mundo después de que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón emitiera una orden de detención contra el dictador chileno Augusto Pinochet.
En este sentido, subrayó que a partir de este caso se pusieron en marcha otros procesos que luego vieron la luz, como los juicios contra ex represores argentinos, el ex presidente de Liberia Charles Taylor o criminales de la guerra de los Balcanes.
