Una sencillez, discreción y corrección que rozan lo excesivo y no permiten que se muestre su verdadero estilo. Diseñadores, estilistas y peluqueros coinciden en que Elvira Fernández debería cuidar un poco más su imagen ya que, hasta ahora, "resulta casi invisible".

La estilista Carmen Rodríguez fue la encargada de maquillarla el día de su boda, aquel 28 de diciembre de 1996. "Quería ante todo estar natural, un maquillaje tan suave que no se nota, y no ha cambiado en estos años", asegura Rodríguez. La estilista daría "más fuerza en el color y estilo" del cabello, además de "trabajar las cejas para resaltar sus facciones". "La animaría a cuidar más su estilismo aunque mantenga esa línea discreta", aconseja. En comparación, los expertos encuentran a Sonsoles Espinosa, la mujer de Zapatero, "más atrevida y vanguardista; se atreve con peinados asimétricos y cambios de imagen; se nota que le gusta la moda".

Para el diseñador Cristóbal Vidal, Elvira Fernández "es una mujer clásica, correcta en los estilismos y con poco o nada afán de protagonismo". Su estilo, apunta, "es el reflejo de una personalidad prudente, cauta y profesional". En cuanto a su cabello, Vidal le aconsejaría "un corte escalonado con algún reflejo de color".

José Castro coincide con su colega en esa visión de una Elvira "conocedora del protocolo pero con falta de personalidad". "Su atuendo va en función del entorno en que se mueve y posee un gran dominio de los códigos y lenguajes en cada una de sus apariciones", opina el diseñador. Sin embargo, lamenta que "está más involucrada en la figura de su marido y su carrera y todo gira en torno a él y a la posición que le toca formar parte" En la misma línea se manifiesta Kina Fernández: "Elvira tiene un estilo muy sencillo, es clásica en los cortes y también en las tonalidades neutras y suaves".