Un médico argentino de 58 años y residente en Canals (la Costera), fue rescatado a primera hora de ayer en aguas de Dénia tras haber permanecido cerca de veinte horas amarrado a la barca en la que naufragó debido al fuerte viento de poniente.

El hombre, Ángel Alberto Paz, partió desde el Club Náutico de Oliva (la Safor) con una barca zodiac de 3,5 metros de eslora alrededor de las 10 de la mañana del domingo. El pescador le dijo a su esposa, Paqui, que regresaría unas cuatro horas después, pero el fortísimo viento de poniente que sopló le jugó una mala pasada.

Hacia el mediodía del mismo domingo un golpe de mar volcó la barca, pero el ocupante tuvo la suerte de poder amarrarse a ella. Al caer al agua, tanto el móvil como las bengalas de emergencia y las linternas que llevaba quedaron inservibles, lo que le impidió avisar del accidente y de que su vida corría peligro.

A las tres de la tarde, al ver que su marido no regresaba, la esposa del pescador aficionado dio la voz de alarma y Salvamento Marítimo puso inmediatamente en marcha un dispositivo para tratar de localizarle. Pese a eso, ni las embarcaciones ni el helicóptero que sobrevoló la zona llegaron a verle, antes de que oscureciera, de manera que Ángel Alberto tuvo que aguantar hasta la mañana de ayer, lunes, cuando, poco después de que se reanudara la búsqueda, pudo ser avistado.

El hombre, completamente agotado, deshidratado y con evidentes síntomas de hipotermia, fue llevado al puerto de Xàbia (la Marina Alta), donde ya le estaba esperando una ambulancia que lo trasladó al hospital comarcal de Dénia. Aunque su vida no corre peligro, los médicos optaron por sugerir que quedara ingresado en ese centro sanitario para comprobar su evolución y esperar a que pudiese recuperarse del enorme esfuerzo realizado.

Algunos pescadores consultados ayer por este periódico señalaban que, efectivamente, ha sido una suerte que el hombre haya podido sobrevivir en esas condiciones meteorológicas, dado que, al haber volcado y caído al mar, el fuerte viento de poniente le habría podido causar una hipotermia aguda. Las mismas personas añadieron que, con ese temporal, lo recomendable habría sido no salir al mar en una embarcación tan frágil como la que llevaba este médico odontólogo.