La Central Nuclear de Cofrentes carecería de espacio para almacenar el combustible gastado que retirará en la próxima recarga si no hubiera modificado en dos ocasiones el diseño de sus piscinas. El diseño original de la central se basaba en dos piscinas de combustible gastado denominadas PACE (este) y PACO (oeste). En 1997 y en previsión de que el almacén español de residuos de alta actividad no estuviera a punto- como así ha ocurrido- Cofrentes procedió al "reracking" de PACO y en 2009 al de PACE hasta alcanzar una capacidad máxima de almacenamiento de 5.004 elementos de combustible. De este modo, Cofrentes se garantiza operar hasta 2021.

El procedimiento empleado por Cofrentes para multiplicar la capacidad de sus piscinas ha sido rediseñar los bastidores en los que se depositan los elementos de combustible gastado y construirlos con una aleación de metal borado que reduce las posibilidades de que interactúen entre si. No obstante, la proximidad de los elementos de combustible ha aumentado y la densidad en la piscina también, lo que en teoría modifica al alza las necesidades de refrigeración.

Ambas modificaciones o "reracking" fueron autorizadas por el Consejo de Seguridad Nuclear y siguen patrones ya ensayados en otras centrales nucleares. Sin embargo, en la renovación de la licencia por diez años concedida el pasado marzo, el CSN pide as Cofrentes que incluya los cambios y sus consecuencias en su próxima Revisión Periódica de Seguridad.