La normativa impide a los menores de 8 años tirar petardos de cualquier tipo. Para quienes incumplan tanto esta norma como el resto que incluye el decreto del Consell las multas establecidas pueden llegar hasta los 300 euros. La normativa valenciana impone la legislación europea sobre el uso de material pirotécnico y data de 2011. Se realizó expresamente para rebajar la edad que permitía disparar artificios ya que tanto la normativa europea como la estatal reflejan un mínimo de 12 años.

Enarbolando la tradición de las «manifestaciones festivas celebradas en la Comunitat Valenciana» se rebajó la edad a los 8 años para el uso de artificios de categoría I y de 16 a 10 años para los de categoría II. De hecho, en las Fallas de este año los más pequeños ya no podían tirar ni «bombetas», excepto en las zonas acotadas para tal fin en cada una de las comisiones y bajo la supervisión de un adulto. Los padres o tutores del menor deben llevar encima un formulario con el que se autoriza la rebaja de edad para el uso de material pirotécnico. «Para que sea posible esa reducción de la edad en la Comunitat Valenciana es obligatoria la autorización por escrito de los padres o tutores legales en la que se certifique que el niño ha recibido instrucciones sobre la adecuada utilización del artificio», explicó en febrero el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, que recalcó que los padres «siempre deben llevar en el bolsillo dicha autorización». El permiso en cuestión se encuentra en la página web de la Conselleria de Gobernación.

Para participar en espectáculos como la «cordà», la «despertà», la «passetjà» o el «correfoc» es imprescindible contar con el carné de Consumidor Reconocido como Experto (CRE) porque los artificios no cuentan con el denominado marcado CE y se precisa de una autorización especial. «Más de 17.000 personas van a obtener la condición de CRE en la Comunitat Valenciana», afirmó el conseller entonces. Los menores, en estos casos, no podrán participar en los actos al quedar excluidos.

En Alicante se quema, durante las Hogueras, unas 10 toneladas de pólvora. En «mascletàs» y castillos de fuegos artificiales se quemarán este año unos 4.500 kilos, y las tiendas venderán otros 6.000 kilos. El consistorio ha tramitado este año, a través de la Concejalía de Ocupación de Vía Pública, los permisos de las catorce casetas autorizadas para la venta de productos pirotécnicos de las clases 1, 2 y 3 para estas fiestas, con carácter temporal. Al margen, hay diferentes establecimientos de carácter permanente con permiso para la venta permanente.