Apenas se ausentó unos minutos, lo que tardaba de ir a comprar unos pañales a la farmacia y regresar. En ese tiempo un incendio se originó, por causas que se investigan, en el comedor de la vivienda donde se encontraba una mujer de 62 años incapacitada y sin posibilidad alguna de escapar del fuego. Cuando su cuidadora volvió, la casa estaba ya en llamas y la sexagenaria estaba muerta en el sillón, totalmente calcinado. Nada se pudo hacer por salvar la vida de Concepción N. O., que padecía esclerosis múltiple desde hacía años y que, por desgracia, fue presa fácil del fuego. En la calle se encontraba su marido, quien también había salido unos minutos a hacer unas compras, al parecer al estanco. «Es en mi casa», se limitó a decir el hombre, en aparente estado de sock, a los primeros agentes que llegaron al lugar.

El incendio que se cobró la vida de esta mujer de 62 años se produjo ayer por la tarde en la calle Dehesa del Castillo de Burjassot. Eran aproximadamente las 17.40 horas cuando una vecina comenzó a ver salir humo de la ventana de la habitación de un cuarto piso e inmediatamente llamó a la policía. «Enseguida he avisado a los bomberos y nos hemos bajado a la calle. Entonces nos hemos cruzado con la chica que la cuida, que en ese momento subía en el ascensor», relata María Ángeles, una de las primeras vecinas de la finca en dar la voz de alarma.

La cuidadora, que se encargaba diariamente de todas las necesidades de la sexagenaria, enferma de esclerosis múltiple, subió al domicilio y al abrir la puerta una bocanada de humo salió de golpe inundando las escaleras del edificio. La mujer apenas pudo entrar unos pasos en la vivienda debido al humo y vio a la mujer ya fallecida sentada en el sillón, que estaba en llamas. La joven, considerablemente afectada por lo que acababa de presenciar, prefirió no hacer declaraciones a este periódico.

Rápidamente acudieron al lugar agentes de la Policía Local de Burjassot, quienes encontraron al marido de la fallecida en la calle. Sebastián F. F., de 64 años, simplemente les dijo que el fuego era en su casa, pero no hizo ninguna referencia sobre el estado de su esposa. A los policías les extrañó esta tranquilidad, aunque fuentes próximas a la familia explicaron que Sebastián no llegó a subir al piso porque al llegar y ver el fuego entró como en «estado de sock».

Varias dotaciones de los bomberos del Consorcio Provincial se desplazaron también al lugar de los hechos para sofocar el incendio y ventilar el edificio. Las llamas afectaron a prácticamente la totalidad del inmueble, e incluso dañaron parcialmente las viviendas colindantes. «Nosotros vivimos pared con pared y estaba todo ahumado. Esta noche no vamos a poder dormir aquí, huele mucho a humo y tengo que quitar todas las cortinas que se han quemado», explicaba Antonia, vecina de la fallecida. Como ella, otros vecinos tuvieron que ser desalojados hasta que el técnico municipal compruebe si la estructura del edificio ha quedado dañada.

Investigan el origen del fuego

Asimismo, la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación de lo ocurrido. Aunque a priori todo apunta a un incendio fortuito, las fuentes consultadas apuntaron que hasta conocer el resultado de la autopsia no se descarta ninguna hipótesis. De hecho, el cadáver estaba muy quemado para el poco tiempo que había transcurrido, por lo que la necropsia que se le realizará hoy en el Instituto de Medicina Legal será de vital importancia para saber si realmente murió producto de la intoxicación.

Agentes del grupo de Policía Científica realizaron una primera inspección ocular en la vivienda quemada después de que los bomberos aseguraran la zona para determinar el origen del fuego. Algunos vecinos apuntaron la posibilidad de que la mujer estuviera fumando.