La macrofiesta «rave» de Benagéber acabó finalmente con una víctima mortal que nada tenía que ver con la fiesta ilegal y que únicamente iba hacia el aeródromo donde se habían congregado los asistentes para hacer un servicio de remolque con su grúa. Javier Guillen Perpiñan, de 41 años, se encontraba trabajando el día de Reyes para mantener la empresa familiar de grúas que tenía con su hermano. «Aquí no cerramos nunca, cuando no trabaja uno trabaja el otro, es un servicio 24 horas», explicaba la mujer del fallecido tratando de ser fuerte en estos duros momentos. El fallecido deja cinco hijos, de entre nueve y 22 años, y una nieta de tan solo tres meses.

El dueño de Talleres y Grúas Hermanos Guillen de Utiel encontró la muerte ayer minutos después de las doce de la mañana cuando circulaba por la CV-390, en el término de Utiel, y chocó frontalmente con un camión, con matrícula francesa, que precisamente regresaba de la macrofiesta ilegal de Benagéber a la que Javier se dirigía para remolcar un vehículo. El conductor del camión, un ciudadano extranjero de 41 años, fue detenido por un supuesto delito contra la seguridad vial tras dar positivo por droga.

La colisión se produjo en el kilómetro 35,800 de la citada carretera que une Benegéber y Utiel, en una curva cerrada donde ya se han registrado varios accidentes en los últimos años.

El conductor de la grúa falleció sin que los medios sanitarios pudieran hacer nada por él. Asimismo de los tres ocupantes del camión francés, uno resultó ileso y los otros dos, una mujer de 30 años y un hombre de 31 años, fueron trasladados al Hospital de Requena al sufrir contusiones y una crisis de ansiedad respectivamente, según fuentes del CICU.

Por su parte, el alcalde de Benagéber, Rafael Darijo, se mostró ayer apenado por el trágico desenlace de la fiesta ilegal.