Y tras cinco días de música hardcore y jolgorio desenfrenado, la fiesta rave ilegal de Benagéber terminó. La macrojuerga que se inició a las ocho de la tarde del día de Nochevieja acabó la víspera de Reyes por decisión del organizador, y no abortada por indicación de las autoridades ni por una acción de las fuerzas de seguridad. Minutos antes de las doce del mediodía de ayer cesó la música que no dejaba de atronar desde el aeródromo para aviones antiincendios emplazado a seis kilómetros del casco urbano de esta pequeña población de los Serranos. Enseguida se inició el desmontaje del último de los tres escenarios que seguía en pie y se llevaron a cabo las labores de limpieza por parte del organizador del evento, que ha desoído las reiteradas peticiones de las autoridades de poner fin a este acontecimiento sin permiso que ha reunido a tres mil jóvenes de siete países europeos, la mayoría franceses llegados con caravanas, autobuses y autocaravanas.

Ayer a primera hora apenas quedaban 200 asistentes, que se fueron marchando a lo largo de la jornada. A la una del mediodía, según relataron a Efe testigos presenciales, solo quedaba un centenar de personas «recogiendo la basura y saliendo poco a poco» del recinto, donde eran identificados por un control de la Guardia Civil.

El balance ofrecido por la Delegación del Gobierno indica que, en estos cinco días en que 64 agentes de la Guardia Civil han vigilado a diario la macrofiesta ilegal de Benagéber, se han inspeccionado 405 vehículos, han sido identificadas 1.341 personas y se han levantado 18 actas por tenencia de drogas, 6 actas por tenencia de armas y otras por incumplimientos de la Ley de Seguridad Ciudadana o relativas a la acampada y el tráfico en una zona forestal. Los controles de tráfico realizados en los accesos han deparado un positivo por alcoholemia (y otros 138 negativos), así como nueve positivos por consumo de estupefacientes (y otros cinco negativos). Aunque se encendieron hogueras en las acampadas de la macrofiesta en esta zona forestal, no se ha producido ningún incidente relacionado con el fuego.

Sanción de 30.000 a 90.000 euros

La multa a la que se enfrentan los organizadores de la fiesta va desde los 30.001 euros a los 90.000 euros, según la Conselleria de Gobernación. Cuando se ultimen los informes correspondientes, los técnicos de la Generalitat abrirán el expediente sancionador que determinará con qué cantidad se les multa. Según el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano, el organizador de esta rave ilegal podría ser la misma persona que promovió otra macrofiesta ilegal en los terrenos de una cementera abandonada de Buñol en la Nochevieja de 2008 para unas 5.000 personas.

De acuerdo con la versión ofrecida por el Ejecutivo, el organizador había sido advertido en diferentes ocasiones desde el primer día de que debía desmantelar la fiesta. Por ello, puntualizó el delegado del Gobierno, «deberá atenerse a las consecuencias de la desobediencia a la autoridad». En este sentido, apuntó: «Veremos si desde el punto de vista judicial hay alguna responsabilidad porque se forzó algún tipo de cadena y puerta y hay algunos daños». «Hay que ser ejemplar», instó el delegado. La calma vuelve a Benagéber.