El presunto autor del triple crimen de La Vila Joiosa estaba en pleno proceso de separación y sufría depresiones habiendo llegado a protagonizar otros intentos de suicidio, según confirmaron a este diario fuentes cercanas al caso. La autopsia ha confirmado que la madre y los dos menores fallecieron de forma violenta y que su presunto agresor acabó después con su propia vida incendiando la vivienda, siendo las lesiones que presentaba autoinfligidas. Unos hechos que han dejado consternada a la población. El Ayuntamiento de La Vila Joiosa ha decretado tres días de luto oficial.

Como ya publicó este diario en su edición de ayer, los hechos ocurrieron sobre las 10.30 horas del martes por la mañana en una casa de campo de l'Almisserà, en La Vila Joiosa. Los bomberos fueron alertados de un incendio por una deflagración de gas en la vivienda y se encontraron cuatro cadáveres en el interior. Sin embargo, tres de los cuerpos presentaban signos de violencia y sus muertes no tenían nada de accidentales.

Al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no le constan antecedentes por denuncias anteriores de malos tratos o delitos relacionados con la violencia de género por parte del sospechoso, 38 años de edad. Vecino de la localidad murciana de Guadalupe había trabajado en una empresa de limpieza pero llevaba tres años sin empleo. En el momento de los hechos, estaba pasando unos días en casa de su madre de 66 años en La Vila para los que se había llevado a su hijo de siete años y a su hijastra de 14. En unos días, la separación se iba a consumar y debía ir a firmar al juzgado el convenio por el que se iba a regular la custodia de los hijos del matrimonio.

La hipótesis de la investigación es que el presunto homicida no había logrado superar la separación matrimonial y perpetró la carnicería con el único propósito de causar daño a su expareja y que se sintiera culpable de lo que había ocurrido. Según los datos recabados por la Guardia Civil, en los meses previos había protagonizado otros intentos de acabar con su vida. De esta manera, en una de las intentonas suicidas mezcló alcohol y pastillas. En otra ocasión había llegado a fingir un ataque el corazón, al parecer, con el propósito de llamar la atención.

Los cuerpos de los fallecidos fueron encontrados tras la deflagración en sus respectivos dormitorios, aunque se desconoce si se encontraban durmiendo y si su agresor pudo haberles facilitado algún tipo de sustancia.