La mujer detenida por su relación con la muerte de su madre y su sobrina el pasado viernes ingresará en prisión provisional, comunicada y sin fianza, según comunicaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). La arrestada en Castelló el mismo día del doble homicidio pasó a disposición judicial a primera hora de la mañana de ayer. Sin embargo, no fue hasta pasadas las diez de la noche cuando el Juzgado de Instrucción 19 de Valencia en funciones de guardia tomó la decisión. La fiscalía también pedía prisión sin fianza para la arrestada.

Tras practicar un nuevo registro solicitado por la policía y tras prestar declaración la detenida, la juez acordó la medida. La causa está abierta por dos supuestos delitos de asesinato.

Durante la mañana, se le tomó declaración en el Juzgado de Instrucción número 16 (el que se ha hecho cargo de la investigación) tanto a la madre de la niña de 10 años asesinada como a otros miembros de la familia, todos ellos de nacionalidad china. Decenas de familiares y compatriotas les acompañaban en este trance a las puertas de los juzgados de Valencia.

Mientras, la sospechosa del doble homicidio permanecía en los calabozos de la Ciutat de la Justícia, donde se le practicó un examen psicológico por parte de un psiquiatra forense. La idea es determinar en qué grado tiene -si las tiene- afectadas sus capacidades mentales. Según fuentes conocedoras de la investigación, la detenida podría aferrarse a este recurso para conseguir atenuar una posible condena. De momento se desconoce exactamente qué enfermedad mental padece y si lleva cualquier tipo de medicación.

En el caso de que efectivamente tenga prescrito algún tratamiento y se le ordenara ingresar en prisión, podría ir tanto al establecimiento de Picassent como al de Fontcalent, donde hay unidades sanitarias que podrían controlar su afección y medicación.

Mientras el engranaje judicial se ponía en marcha y las pesquisas avanzaban, la familia esperaba ayer poder recibir los cuerpos de las dos fallecidas, abuela y nieta. Durante la mañana se le practicó la autopsia a la mujer, mientras que la de la niña se realizó durante el fin de semana. Al tratarse de un caso de muerte violenta los cuerpos no podrán ser incinerados.

El marido de la fallecida y abuelo de la menor fue quien alertó el pasado viernes de que en su casa «había sangre y gente muerta» y solicitó auxilio.