Un auténtico fortín inexpugnable para vender droga. En eso convirtieron su domicilio un matrimonio de nacionalidad española detenido esta semana por la Policía Nacional tras la desmantelación de un importante punto de venta al menudeo en el distrito del Marítim de Valencia. Los arrestados, un joven de 24 años y su mujer, de apenas 18, reformaron su casa y colocaron travesaños horizontales en la puerta principal para dificultar el acceso, así como una reja en el pasillo que separaba la zona donde se encontraban las sustancias ilegales. Además, desde el balcón familiares de éstos daban cobertura y alertaban al detectar en las inmediaciones presencia policial.

La Policía Nacional inició las investigaciones a finales de agosto tras tener conocimiento de que en un domicilio del distrito de Marítim había un importante tránsito continuo de toxicómanos y personas ajenas al barrio.

Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en el lugar. Al parecer, familiares de los ahora arrestados captaban compradores por las inmediaciones del inmueble y los acompañaban hasta el domicilio para comprar la drogas. La policía interceptó a varios de estos compradores y comprobaron que portaban sustancias estupefacientes.

En el momento de la detención, los arrestados fueron sorprendidos con parte de las sustancias estupefacientes preparadas para el consumo. Además, los policías encontraron en una mesa del domicilio dos montones de sustancia estupefaciente y nueve «rayas». En el registro domiciliario se intervinieron 76,9 gramos de cocaína; 8,2 gramos de heroína; una balanza de precisión; 495 euros; útiles para manipular la droga; y droga preparada para su consumo. El matrimonio detenido, ambos con antecedentes policiales, ya han pasado a disposición judicial.

Un narco implica a unos guardias

Por otra parte, un traficante «arrepentido» implicó ayer en el tráfico de drogas a tres guardias civiles juzgados por corrupción tres años después de ser absueltos de colaborar con la banda que en 2005 robó un contenedor con cocaína del puerto de Barcelona. La Fiscalía llevó ayer a juicio por segunda vez en la Audiencia de Barcelona a cinco miembros de la llamada «banda del puerto» que en 2012 fueron juzgados por el robo de un contenedor con 200 kilos de cocaína y a tres de los agentes que en su día fueron absueltos de formar parte de la organización de narcos.

Los guardias civiles están acusados de haberse conchabado con la banda para engañar a otros narcos, utilizando para ello la información y contactos de que disponían por su condición de agentes de la Benemérita.