La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a penas que suman 116 años de prisión a la banda de origen chino que secuestró en 2012 a una familia de compatriotas, residentes en Paterna y propietarios de un almacén de ropa en Manises.

La sala ha impuesto 29 años y tres meses a los tres autores materiales del asalto a la vivienda, a quienes además de los cuatro delitos de detención ilegal y el de robo con violencia en morada con uso de instrumento peligroso -comunes a los cinco- se les condena por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de lesiones, ya que acuchillaron en el abdomen al padre y a uno de sus hijos en el glúteo.

Asimismo, a los otros dos acusados, entre los que se encuentra un intérprete judicial que trabajaba para la policía, el juez les ha impuesto una pena de 14 años y medio a cada uno de ellos. La sentencia considera probado que aunque no estuvieron presentes en la casa, ambos mantuvieron contacto telefónico con los otros acusados. De hecho, el juez considera acreditado que el citado traductor «era la persona encargada de identificar los objetivos y de realizar los seguimientos y labores de vigilancia». De igual forma refleja que, cuando fueron detenidos, estaban planeando otro asalto de similares características en Massamagrell.

Respecto al otro condenado a la misma pena se le considera el cerebro de la trama y quien «fijaba el trabajo a realizar encomendando la labor a los autores materiales». En esta misma línea, la sentencia aclara que «estaba continuamente en contacto con los otros acusados que se encontraban en el interior de la vivienda», como demuestran las intervenciones telefónicas.

Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitaba penas para los cinco acusados cuya suma ascendía a 76 años de cárcel. No obstante, al comenzar el juicio aclaró que en sus conclusiones definitivas iba a modificar la solicitud de pena al entender que había un error y que solo había contemplado un delito de detención ilegal cuando en realidad se trataba de cuatro delitos, uno por cada una de las víctimas -el matrimonio y sus dos hijos-. Así, la petición de pena se elevó hasta los 166 años de prisión.

Una colilla y un guante de látex

Los hechos ocurrieron en marzo de 2012 cuando tres de los acusados abordaron al hijo de un empresario del sector textil a la entrada de su domicilio, en la calle Sierra Calderona de Paterna. Uno de ellos le acuchilló en el glúteo y mediante amenazas lo introdujeron dentro de la casa tras desconectar la alarma.

Posteriormente llegaron a la vivienda su madre y su hermana, a quienes también maniataron con bridas y amordazaron con cinta adhesiva. Su objetivo era apoderarse del contenido de la caja fuerte, por lo que esperaron al padre de familia para exigirle la combinación de la misma. Los ahora condenados le acuchillaron en el abdomen y le propinaron una paliza. Además, le bajaron los pantalones y le amenazaron con cortarle el pene si no abría la caja, según considera probado la sentencia.

Además de ser reconocidos tanto fotográficamente como durante el juicio por sus víctimas, dos de los asaltantes fueron identificados mediante su ADN, al olvidarse en la casa asaltada un guante de látex y una colilla de cigarrillo.