Los 28 juzgados que permanecían cerrados tras el incendio del 10 de septiembre en la Ciutat de la Justícia de València retomaron ayer su actividad, al agotarse el plazo de días inhábiles previsto por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. La presidenta del alto tribunal valenciano, Pilar de la Oliva, visitó los órganos judiciales acompañada por responsables de la conselleria del mismo ámbito.

El fuego se originó en el Juzgado de Primera Instancia número 3 (ubicado en el segundo piso del bloque azul de la Ciutat de la Justícia), pero también afectó gravemente a los órganos judiciales vecinos (Primera Instancia 1, 2 y 4), además de los ubicados en la tercera planta (Primera Instancia del 5 al 10), por la afección al forjado entre ambos pisos.

La vuelta a la normalidad en estos ocho juzgados está siendo complicada, porque los expedientes judiciales, a pesar de la limpieza realizada por una empresa especializada, siguen oliendo a humo, según contaban a Levante-EMV trabajadores de los juzgados más afectados.

Al papel ahumado se suma la carga de trabajo que van a tener que asumir tras dos semanas sin celebrar vistas (en estos juzgados se tramitan juicios por las preferentes de Bankia, herencias, divorcios...). El decano de los jueces de València, Pedro Viguer, mantiene desde ayer reuniones con los magistrados de todas las jurisdicciones para recopilar las necesidades de personal (funcionarios y jueces de apoyo) para poder remontar el parón obligatorio provocado por el incendio.

La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, comparece hoy en la Comisión de Justicia de las Corts para dar cuenta de la gestión realizada tras el incendio. La portavoz de Justicia del PP, Maria José Ferrer San Segundo pidió su dimisión.