La mujer del pederasta de Llíria: "Mi hija me lo contó y no la creí, siento que le he fallado como madre"

La pareja del presunto pederasta de Llíria reconoce que se equivocó al no tomar medidas cuando hace tres años la nieta de este depredador sexual le confesó que había sufrido abusos siendo menor

Arrestado tras confesar haber violado durante décadas a varias menores de su entorno

Ignacio Cabanes

Arrepentida por no haber creído a su hija cuando hace tres años la joven, siendo ya mayor de edad, le confesó que había sufrido abusos sexuales siendo menor –entre los 11 y los 12 años– por parte de su abuelo, y pareja sentimental de su madre desde hace veinte años. Así dice sentirse la mujer del presunto pederasta detenido por la Guardia Civil después de que éste acudiera el pasado domingo al cuartel de Llíria y confesara haber abusado de cinco menores de su entorno, como informó ayer en exclusiva Levante-EMV. «Mi hija me lo contó y no la creí, siento que le he fallado como madre por no haberla protegido lo suficiente», reconoce.

Esta mujer de 44 años, contra la que por el momento no se dirige ningún tipo de acusación por encubrimiento, fue la persona que acompañó al presunto depredador sexual de menores a confesar estos graves hechos, cuya primera víctima (hermana del ya encarcelado) se remonta a hace 50 años. Este primer caso de abusos sexuales, que el detenido reconoce que cometió cuando apenas tenía 16 años y su hermana siete, ya ha prescrito, por lo que el juzgado no se lo puede imputar.

De esta forma, el Juzgado de Instrucción número siete de Llíria acordó el ingreso en prisión provisional del presunto pederasta –que se acogió a su derecho a no declarar– en una causa abierta por cuatro delitos continuados de agresión sexual. Aunque los investigadores de la Guardia Civil no descartan que a lo largo de este medio siglo el arrestado, de 69 años, haya podido agredir a otras víctimas, y su confesión se haya limitado a reconocer aquellos casos que ya no podía mantener ocultos.

La cuñada del arrestado también se lo contó a su hermana siendo menor de edad pero tampoco la creyeron

De hecho, tal y como informó este periódico, su confesión voluntaria, a instancias supuestamente de su mujer para que ella pudiera retomar el contacto con su nieto recién nacido, se produjo al mismo tiempo que una de sus víctimas, concretamente su nieta, estaba interponiendo una denuncia en el juzgado de guardia de València.

Alega que no sospechaba nada aunque dos víctimas se lo contaron

La madre de esta víctima insiste en que no sospechaba de su marido, pese a que al mismo tiempo admite que en una ocasión se lo dijo su propia hija. «Tenía una venda en los ojos», afirma. No obstante, entre los episodios que el propio pederasta relató a la Guardia Civil está uno en el que abusó sexualmente –con acceso carnal, lo que agravaría la pena– de una niña de ocho años hija de unos amigos en un camping de la provincia de Valéncia. Cuando la menor se despertó gritando, la mujer del ahora arrestado atribuyó lo ocurrido a unas pesadillas.

Su propia hermana también le advirtió de la «mala persona» con la que estaba casada sin llegar a decirle abiertamente los abusos a los que a ella le había sometido durante años porque cuando lo contó no le creyeron. Esta víctima asegura que cuando tenía catorce años lo sorprendió realizándole tocamientos por debajo del camisón mientras dormía. «Nadie me creyó, le echaron las culpas a mi novio, han tenido que pasar todos estos años para que ahora pueda hablar y me escuchen», se lamenta rota la cuñada del arrestado, que sufrió tocamientos hasta cumplir los 17. 

La única de las víctimas que sigue siendo menor declarará mediante cámara Gesell

Son solo algunos de los testimonios de las víctimas de este presunto depredador sexual. Tres de ellas ya han prestado declaración ante el juzgado de Llíria que instruye la causa, así como los padres de la menor de ocho años cuyos abusos también ha confesado el arrestado. En el caso de esta víctima, la única de las cinco que ha día de hoy sigue siendo menor de edad, se realizara una prueba preconstituida mediante cámara Gesell para que solo tenga que declarar una única vez en todo el proceso, y así evitar una revictimización de la menor.

Las víctimas han pedido que se respete su privacidad. Si bien querían que se viera el rostro de su agresor para que si alguna otra víctima lo reconoce se ponga en contacto con la Guardia Civil, lo que quieren ahora es tranquilidad y que esto no les afecte a las personas de su entorno. "Está siendo una semana muy dura", afirman después de haber dado un gran paso al denunciar a este pederasta que llevaba cometiendo presuntamente estos abusos a menores desde hace 50 años. Alguna de las víctimas asegura haber recibido llamadas y mensajes por redes sociales de personas que las habrían identificado. Por ello han pedido a través de este periódico, que no reveló los municipios donde se produjeron las agresiones sexuales precisamente para proteger la identidad de las menores, que no se les moleste. Lo único que piden es Justicia y que esta persona no vuelva a pisar la calle para mantenerlo alejado de cualquier menor.