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Inversiones

Una bonanza poco aprovechada

Benages considera que la Comunitat Valenciana no ha aprovecha lo suficiente los años de bonanza a la hora de capitalizarse bien

Hubo formas diferentes de aprovechar los años de bonanza y la Comunitat Valenciana no figura, desde luego, entre las más listas de la clase a la hora de invertir en capital. «No diría que desaprovechó aquellos años, porque, además de en vivienda hemos mejorado en activos más productivos, pero sí es cierto que no los aprovechó lo suficiente», asegura la investigadora del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Eva Benages, coautora de un informe realizado por esta entidad y la Fundación BBVA que concluye, entre otras considerciones de calado, que el capital privado en España está estancado y el público ya ha empezado a reducirse. El stock de capital viene a ser la fotografía de aquello a lo que una sociedad ha destinado su esfuerzo principal. Dicho de otro modo, en lo que ha invertido para crecer. Su apuesta estratégica.

La comparativa de la estructura del capital con España en 2011, el cuarto año de la crisis, pone de relieve qué bienes ha priorizado la Comunitat Valenciana y en cuáles ocupa posiciones atrasadas respecto de la media. Entre las primeras figuran las infraestructuras portuarias „por la relevancia que tiene el puerto de Valencia„ y las viviendas, auténtica piedra de toque del auge y caída de la economía valenciana. También se invirtió mucho en infraestructura hidráulicas „por las desaladoras„ y urbanas por parte de las corporaciones locales. Por contra, en infraestructuras viarias, del ferrocarril o aeroportuarias „donde está incluido el de Castelló„, en vehículos de motor, en maquinaria o en software, la autonomía está por debajo de la media. El resumen de todo ello es que el stock de capital valenciano per cápita ha sido el que menos ha crecido (un 0,78 %) entre 2007 y 2011 si no tomamos en consideración a Canarias, País Vasco, Navarra y La Rioja. Y hay que tener en cuenta que estas tres últimas partían de una posición más aventajada.

Crecimiento

Benages asegura que en el período 1995-2011 el stock de capital en España ha crecido de manera considerable, un 4,8 %, y que la Comunitat Valenciana se ha situado un poco por debajo de ese porcentaje. Sin embargo, desde 1995 la autonomía ha ido perdiendo peso respecto al stock de capital español «porque otras comunidades han sido más dinámicas». Primero fue la vivienda la que redujo su relevancia y, desde 2005, otros componentes del stock como la maquinaria, el equipo de transporte y el resto de activos más productivos. La investigadora señala que el esfuerzo inversor que se ha realizado en la etapa de bonanza era más acorde en volumen con un país emergente que con una zona de la Europa próspera. De ahí que autonomías como el País Vasco o Navarra se encuentren entre las que menos evolucionan per cápita, pero en su caso el motivo es porque partían de niveles más altos, que es lo que sucede con los países desarrollados, donde estos crecimientos suelen ser leves. No es el caso de la Comunitat Valenciana, ni de Canarias.

Sin embargo, hecho el daño, ¿qué soluciones hay de cara al futuro?. Eva Benages apunta al respecto que «el tema crítico es cómo se destina el próximo esfuerzo inversor, porque no es lo mismo la vivienda que las nuevas tecnologías», un campo, este último, en el que la Comunitat Valenciana ha ido perdiendo peso de forma paulatina desde el inicio de la crisis. Si en 2007 las llamadas TIC (tecnologías de la información y la comunicación) tenían un peso del 7,63 % en el valor de los servicios del capital en España, en 2011 ese porcentaje había descendido al 7,27 %.

La investigadora del Ivie se muestra convencida de que «soluciones mágicas no hay». El camino, en cualquier caso, pasa por «orientar la inversión hacia activos más productivos como las TIC, la maquinaria, los bienes de equipo o los activos inmateriales». En resumen, dedicar los esfuerzos principales en la dirección contraria de aquella «en que lo hemos hecho mal» por invertir en vivienda, una opción que Benages disculpa en cierto modo por dos motivos principales: la especialiación en el sector turístico por parte de la Comunitat Valenciana y la concentración urbana en la costa, que ha requerido invertir mucho en capital residencial. Este modelo de crecimiento tiene en la actual coyuntura un problema añadido, que es el de la infrautilización que se aprecia a diario en el paisaje valenciano con los bloques terminados o por acabar de viviendas que no han encontrado comprador y están vacías y perdiendo valor de forma progresiva. Es una dinámica, no obstante, en la que también han caído otras autonomías, como Murcia, Andalucía y Cataluña.

El balance de situación no es otro que la pérdida de peso continuada por parte de la Comunitat Valenciana en cuanto a stock de capital. Remediarlo „o al menos intentarlo„ es sumamente vital, como explica Benages, dado que «tiene consecuencias sobre el crecimiento y la productividad y, por tanto, sobre el futuro».

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