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Empresas que funcionan

Miarco o el valor de la diversificación desde la producción especializada

La firma, dedicada a la producción de cintas adhesivas, crece en ventas y empleo gracias a la internacionalización y a su penetración en diversos nichos de mercado

Miarco o el valor de la diversificación desde la producción especializada

Miarco es una empresa valenciana cuya misión principal es la producción de cintas adhesivas. Es difícil encontrar una mayor especialización. La fórmula está bendecida en los manuales. Sin embargo, parte de la fabricación de esta firma va destinada a uno de los sectores „la construcción y auxiliares„ más severamente castigados por la crisis y, como explica su gerente, Miguel Arnedo, Miarco ha cruzado las turbulencias con seguridad, aumentando empleo y facturación, gracias a la apuesta por la diversificación, en primer lugar, y la internacionalización.

Miarco es una firma familiar fundada en 1969 por Miguel Arnedo Cortijo, ya jubilado aunque sigue siendo el presidente «y se pasa a diario por la empresa», según cuenta su hijo, ahora el máximo responsable de una compañía que ha optado por profesionalizar su gestión con un director general, Xavier Camps, ajeno a la familia, al igual que el resto del comité de coordinación, donde se sientan los seis responsables de las principales áreas de la empresa. Miarco rozó los 30 millones de facturación el año pasado y prevé alcanzar los 33 al término de 2015. La plantilla se sitúa en el actualidad en las 160 personas, tras la creación en los últimos tres años de una decena de puestos de trabajo por ejercicio.

En estos momentos, las instalaciones de Miarco en Paterna, con 13.000 metros cuadrados de superficie, están a pleno rendimiento, con tres turnos de trabajo al día «por un pico de demanda muy alto y nuestro propósito de servir al cliente en un máximo de 48 horas», según apunta Arnedo.

La empresa produce para tres canales fundamentalmente cinta adhesiva a una o dos caras. «Compramos materia prima como bobinas o espumas y luego la convertimos en rollos, láminas u hojas», dice el gerente. El primer canal es el industrial, es decir, sectores como al automóvil, el papel-cartón, la agroalimentación, los transformados del metal o la aeronáutica que utilizan cintas adhesivas en el proceso de producción. Firmas como Teka, Volkswagen, Seat, Acerinox o Louis Vuitton se encuentran entre sus clientes. El segundo canal al que se dirige Miarco es el de profesionales de la construcción como pintores o electricistas. El tercero es el suministro de productos bajo la marca Ranger a las grandes cadenas de distribución del sector del bricolaje, como Bauhaus, Bricor o Leroy Merlin. Cuenta Arnedo que la apuesta por el bricolaje, con inversiones de calado en marketing para llegar al cliente, sobre todo a través de las redes sociales, ha sido esencial para compensar el descenso que se ha producido durante la crisis en las ventas al sector de la construcción. El otro eje ha sido la internacionalización, que Miarco inició en 2008, justo cuando la recesión enseñaba la pata. En aquel año, la compañía abrió un centro de operaciones en Shanghai, la capital económica de China. Allí trabajan entre doce y quince empleados de Miarco. Se trata de un «centro logístico donde se procesan muchos productos que luego se venden a todo el mundo», explica el gerente de la empresa, que el año pasado abrió en Marruecos para dar servicio a todo el norte de África. En el país mediterráneo no hay «proceso productivo, aunque lo prevemos». Con estos mimbres, Miarco vende sus cintas adhesivas, además de en España, en la Europa occidental, el norte de África y Sudamérica. Este continente es el siguiente objetivo físico de la compañía, dado que «estamos valorando abrir Miarco en Chile o Perú». De momento, la facturación procedente del exterior solo representa un 10 % del total, pero el plan estratégico de la compañía contempla llegar al 30 % en los próximos años.

Tras realizar en los últimos tiempos significativas inversiones en maquinaria „para laminar, troquelar, corte y bobinado„ en sus instalaciones del Parc Tecnológic, el gerente de Miarco ve con optimismo el futuro, sobre todo teniendo en cuenta que la suya es una empresa «donde lo más importante es el capital humano y donde apostamos por la gente joven», como prueba que él , con 46 años, sea el tercer empleado más veterano. Miguel Arnedo asegura que «lo peor de la crisis ha pasado; la industria está animada, como comprobamos con el aumento de las ventas de cinta para embalaje, mientras que el bricolaje crece, aunque no tanto», algo que considera normal porque «primero sube la industria y luego la demanda».

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