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Cataluña/Comunitat Valenciana

Un negocio de 11.000 millones

Cataluña es el principal socio comercial de la Comunitat Valenciana, por delante incluso de cualquier país extranjero

Un negocio de 11.000 millones

Las consecuencias para el mundo de la economía de una Cataluña independiente „si finalmente se produce„ «provocaría grandes desequilibrios en las relaciones comerciales de la Comunitat Valenciana». Esta es la impresión que mantienen los principales dirigentes empresariales. Aunque consideran poco probable que el proceso soberanista iniciado por Artur Mas y sus socios catalán desemboque en una secesión política y administrativa, sí advierten que se pone en riesgo un mercado que genera 4.300 millones de euros en ventas anuales para las empresas valencianas.

Cataluña también es el principal mercado de proveedores en la Comunitat Valenciana „con algo más de 7.000 millones de euros anuales en compras„respecto al total del ámbito español, según constata el informe elaborado por C-Intereg, elaborado por el Centro de Predicción Económica. Así las cosas, el negocio en juego supera los 11.000 millones. Ambas autonomías comparten necesidades comunes en materia de reindustrialización, infraestructuras, turismo y servicios. A la vista de esos datos, no es de extrañar que salten alarmas entre los patronos de diversos sectores tradicionales (textil, calzado o plástico), o bien de la industria auxiliar de la automoción y el transporte. Su reacción es semejante a la que estas últimas semanas ha expresado la CEOE y desde la patronal bancaria AEB: «El desafío de Mas introduce inseguridad jurídica». «Cataluña azota los mercados, ya que la bolsa sigue en mínimos y la prima de riesgo, otra vez, en alza».

Para el presidente de la patronal autonómica valenciana Cierval, José Vicente González, la hipotética independencia del resto de España «sería grave para la economía, para las empresas y para el bienestar de la ciudadanía». Y se muestra contundente al destacar que «las decisiones que afectan a un todo, para ser legítimas, no pueden ser tomadas por una parte de ese todo».

«Cataluña debería ser nuestro aliado empresarial y la dinámica del proceso soberanista rompería esa proyección como área estratégica, como gran región productiva e industrial del Mediterráneo», sostiene el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata.

En España y la Unión Europea

Las ventas de las empresas catalanas al resto de España (61.134 millones de euros) superan a las exportaciones que dirige hacia el resto del mundo (60.526 millones). Y también es significativo que vende más al millón de habitantes aragoneses (11.650 millones) que a a los 66 millones de Francia (que ascienden a unos 10.400 millones). Por eso, el mundo de la economía insiste también en la erosión de la imagen y de los riesgos que tendría Cataluña para colocar sus productos en el resto de España si lleva hasta las últimas consecuencias el proceso soberanista, que podría acelerarse tras las elecciones, aunque cuenta con amplio rechazo fuera de su territorio.

En parecidos términos, el presidente de la Confederación Valenciana de Empresarios (CEV), Salvador Navarro, «desde las organizaciones patronales, y como empresarios que somos, nos ocupamos de la empresa y no de la política ni de entelequias políticas. Por tanto „añade„ como siempre, defendemos la unidad de mercado interior y consideramos que este país tiene en este momento importantes retos, reales y no imaginarios, que exigen concentrar nuestros esfuerzos para lograr la definitiva recuperación económica, del empleo y del mantenimiento del estado de bienestar general».

El naviero y presidente de de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda , sostiene que el proceso independentista en Cataluña es «ir para atrás, muy de pueblo», al consistir en dividir en vez de en ampliar como está haciendo la Unión Europea. Con todo, asegura que en este lobby empresarial «nunca ha abordado la cuestión» y hay patronos «de todos los colores».

Industria tradicional

Desde sectores tradicionales como el metal y el textil de la Comunitat Valenciana, que aglutinan gran volumen de ventas en Cataluña, consideran que «no podemos defender un proceso secesionista que ponga fronteras al progreso y a la generación de empleo y riqueza. Unas trabas que aún serían mayores para la industria porque obstaculizarían el desarrollo de una de las actividades productivas más abiertas a la competencia global y más internacionalizada», indica el presidente de la patronal del metal Femeval, Vicente Lafuente.

La alerta se acentúa por los posibles riegos para parte de la industriaa de la Comunitat Valenciana. Lafuente explica que hay que «confiar en que se reconduzca una situación que entendemos es consecuencia de la falta de redefinición del modelo económico que el Gobierno central debería haber revisado hace tiempo. Con todo „añade„ esperamos que, tras las elecciones de este domingo, se recupere la vía del diálogo entre el Gobierno central y el de la Generalitat de Cataluña para evitar una hipotética independencia».

Según el secretario general de Ateval (textil), José Serna, «la economía está globalizada y no se pueden poner trabas políticas y administrativas al comercio interior y exterior». En su opinión, «no se romperán las relaciones comerciales, al menos en el corto plazo, entre ambas autonomías porque la hipotética secesión es un futurible muy lejano, aunque es cierto que preocupa», puntualiza.

Mientras tanto, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, reconoce que en Europa «lo primero que nos preguntan ya es por Cataluña». Pastor apunta que la situación «empieza a degastar la imagen exterior de España».

Consecuencias en las infraestructuras

Otro problema que plantean los empresarios son las infraestructuras comunes que defienden la Comunitat Valenciana y Cataluña. ¿Seguiría apoyando y, sobre todo, financiando la Unión Europea la construcción del Corredor Mediterráneo ferroviario si una parte del mismo transcurriera por territorio no comunitario? Ésa una de las cuestiones que ponen sobre la mesa los empresarios de la Comunitat Valenciana y organismos como la Cámara de Comercio. Según su máximo mandatario, «la posible declaración de independencia afectaría a los acuerdos con Europa respecto al Corredor Mediterráneo y tendría un impacto directo en los costes logísticos de nuestras empresas. No hay que olvidar que nuestros costes logísticos son muy altos y están lastrando la competitividad, tanto de la economía valenciana como de la catalana».

En ese sentido, Morata resalta que « ambas regiones tienen en común un tejido empresarial exportador cuyos productos se ven perjudicados por estos costes frente a otros países europeos. Nuestro proyecto pasa precisamente por unir esfuerzos, en impulsar juntos estrategias compartidas que permitan reforzar las infraestructuras, los ejes ferroviarios, puertos, aeropuertos y nudos logísticos y convertir al Mediterráneo en la gran área logística del sur de Europa.

Y concluye: «la independencia de Cataluña perjudicaría el proyecto de creación de esa gran plataforma logística».

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