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Centros comerciales

La rueda gira pese al cambio político

El giro en la política comercial del nuevo Consell y del Ayuntamiento de Valencia mantiene en vilo a los propietarios de centros comerciales y grandes superficies

El próximo 15 de octubre está previsto que abra sus puertas un nuevo centro comercial en Sagunt. En una primera fase, L´Epicentre, que así es como se llama, se extenderá sobre una superficie de 16.500 metros y cubrirá un hueco en el mercado de la capital de Camp de Morvedre que hasta ahora nadie había ocupado. Cada vez más influenciada por la llegada de turistas a las playas del Port de Sagunt, Canet d´en Berenguer o Almenara y el incremento de la población flotante durante los períodos vacacionales, Sagunt necesitaba un espacio de ocio al uso de los que ya existen en el entorno del área metropolitana de Valencia. A los dueños de L´Epicentre no les preocupa la polémica de los horarios comerciales que salpica a Valencia. «Nosotros sólo abriremos los domingos y festivos en Semana Santa y en verano. Esperamos que se mantenga lo que ya existe», afirma Juan Planes (Pollos Planes), presidente de la sociedad que promueve el espacio comercial. «Lo que ya existe» es en realidad el decreto de horarios comerciales aprobado la pasada legislatura por el Consell que fija los criterios objetivos para que un municipio obtenga la calificación de zona de gran afluencia turística, lo que permite a sus grandes superficies abrir festivos en períodos de mayor afluencia de visitantes. Este decreto, que restringe la liberalización total en el área metropolitana también podría cambiar si finalmente la Conselleria de Economía se lanza a desarrollar una nueva Ley de Comercio, tal como ha anunciado esta semana el conseller de Economía, Rafael Climent, con la intención de regular los horarios comerciales y modular la implantación de grandes superficies ya que la liberalización de horarios comerciales ha sido «muy nociva para los pequeños comercios y muy negativa en términos de precarización de las condiciones de trabajo».

Esa regulación o vigilancia a la que se refiere Climent es la que mantiene en vilo a proyectos no natos como el de Puerto Mediterráneo, que promueve Into-Eurofund, un grupo británico especializado en la puesta en marcha de centros comerciales. Se trata sin duda de la iniciativa de mayor volumen económico de cuantas se han puesto encima de la mesa, si bien tanto las cifras previas a cualquier proyecto de este tipo como los power-point que los acompañan suelen ser siempre muy sufridos. Puerto Mediterráneo promete 863 millones de euros de inversión en todas sus distintas fases en un recinto que sumará tiendas, restaurantes, espacios de ocio, cines y hasta un parque de atracciones basado en juguetes dedicado a los niños. La ubicación es en Paterna, junto a la CV-35, en una carretera de acceso a la ciudad de Valencia y poblaciones dormitorio del Camp de Turia bastante saturada en cuanto a espacios comerciales: Heron City, El Osito, Parque Ademuz, etc.

El conseller de Economía no ha tenido reparos en manifestar que no le gusta el proyecto, lo que es lo mismo que decir que no pondrá ni una sola facilidad para que salga adelante. También el Ayuntamiento de Paterna que dirige el socialista Juan Antonio Sagredo ha anunciado que convocará una consulta popular para que los habitantes de esta población decidan si quieren o no el proyecto de Puerto Mediterráneo. Los promotores de Intu-Eurofund aseguran contar ya con 39 informes favorables de las administraciones central y autonómica y ha pedido a la Generalitat «respeto por su iniciativa».

También está en una situación de incertidumbre el centro comercial Gran Turia de Xirivella. Su caso es el más paradigmático entre los centros del área metropolitana que se consideran perjudicados por la libertad horaria de la que ahora disfrutan las grandes superficies de Valencia en virtud de la Ley de Comercio estatal que considera a la ciudad como de gran afluencia turística. El propietario, el grupo Corio, tiene paralizado un proyecto de reforma y ampliación con una inversión prevista de 65 millones de euros. Gran Turia promovió la denuncia que la Comisión Nacional de los Mercados y al Competencia ha interpuesto ante la Audiencia Nacional contra la Generalitat por impedirle abrir los domingos y festivos como el resto de centros comerciales de Valencia. La CNMC se escuda en la Ley de Garantía de Unidad de Mercado. También Ikea y MN4 en Alfafar han solicitado amparo a través de esta ley para reclamar igualdad de condiciones que los espacios de la capital.

Sin embargo, en el caso del entorno de Ikea, hay proyectos en marcha a cuyos promotores, de momento, la polémica de los horarios no parece afectar. Bauhaus tiene previsto abrir su segunda tienda en la provincia de Valencia el año que viene en una parcela de 10.000 metros cuadrados junto a Ikea, al igual que un grupo de firmas de restauración como Tony Roma´s o Viena.

Los centros que más temen por los cambios que puedan producirse por el Consell en materia de horarios son los de Valencia, donde el Ayuntamiento quiere suspender la libertad de aperturas festivas de la que ahora disfrutan. Centros comerciales y grande superficies como Aqua, Arena, El Saler, Nuevo Centro, Carrefour Campanar o El Corte Inglés tendrán que reorganizar su estructura de servicios si finalmente el consistorio que dirige Joan Ribó acomete la reducción al mínimo de las zonas de gran afluencia turística.

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