La directora de cine Iciar Bollaín dio forma durante la pasada primavera al cuento sobre un abuelo, una nieta y un olivo. El olivo, título de la película de la citada autora, es la aventura de una adolescente decidida a embarcarse en la osada aventura por intentar recuperar ese árbol replantado en algún lugar de Europa y traerlo de vuelta a la masía familiar. El rodaje del citado largometraje, que ha aprovechado campos de cultivos del Baix Maestrat, no ha pasado desapercibido en una comarca que, al igual que en otras de la Comunitat Valenciana, enciende la alarma por los devastadores efectos que la bacteria Xylella Fastidiosa, conocida como el «Ébola de los olivos», provoca en Italia y ya se ha detectado en Córcega y Niza.
En el país transalpino su propagación es bastante rápida, de ahí el nombre de bacteria asesina y ha afectado ya a una superficie de alrededor de 250.000 hectáreas y más de un millón de árboles. Francia ha decretado el cierre de fronteras a todas las especies vegetales procedentes de aquellos países que no puedan demostrar que están libres de la bacteria. Rodeado por olivos milenarios, Hilari Jaime, agricultor de Canet Lo Roig y responsable del sector del aceite de oliva de la Unió de Llauradors, no oculta su preocupación ante la rápida propagación de la bacteria en los olivares de Italia y exige un control extremo de las fronteras para evitar la entrada de plantas infectadas en territorio español y valenciano. Se trata de una bacteria muy dañina que deja como resultado la muerte del árbol tras secarlo y afecta aparte del olivar a otras especies vegetales como los cítricos, la viña o los frutales. «Estamos convencidos de que pronto o tarde llegará a España», lamenta Jaime. «Los árboles se mueren y pierdes tu patrimonio. Aquí casi todos tienen alguno milenario», indica.
La Xylella Fastidiosa es la bacteria responsable de varias enfermedades que afectan a numerosas especies de interés agrícola y además relevantes en el campo valenciano, aparte del olivar, como los cítricos, viña, almendros, frutales y plantas ornamentales. Existen especies de árboles, arbustos y plantas ornamentales y silvestres que pueden alojar la bacteria sin mostrar síntomas, sirviendo de fuente de inóculo para la infección de otros cultivos ya que diferentes insectos vectores pueden transmitirla. De momento, la UE considera a esta bacteria como organismo de cuarentena.
Hilari Jaime solicita la máxima información para los agricultores pues su entrada se considera «bastante probable» por parte de los expertos europeos. Reclama también investigación para actuar en caso de propagación pues hasta la fecha su erradicación se logra sólo con la destrucción de la planta afectada. Y considera necesario un exhaustivo protocolo de actuación de control de las fronteras en todo el ámbito de la UE para tratar de prevenir el contagio al tratarse de un asunto muy grave. «Resulta clave controlar las plantas existentes en España y la C. Valenciana y se recomienda a los agricultores que las adquieran en viveros autorizados», explica este agricultores castellonense. Todo eso ocurre cuando se están recuperando los precios en origen, que ya mejoraran un 35 % respecto a 2014 por el tirón en las demanda exterior.
