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¿Qué nos preocupa a las empresarias valencianas?

Esta es una pregunta que nos acompaña desde que fundamos la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP) allá por el año 2002. Nos preocupan muchas cosas, desde la macroeconomía que nos sitúa en un territorio y en un mercado, hasta la cotidianidad inmediata que suponen los trámites burocráticos que entorpecen nuestra actividad o la dificultad de conciliar nuestra vida profesional y personal.

Nos preocupa la competitividad empresarial que, entendemos, debe ir unida irremediablemente a unas infraestructuras logísticas potentes (corredor mediterráneo, red ferroviaria con Zaragoza, etc.) y pareja a un proyecto de reindustrialización sólido a medio-largo plazo ¿Cómo si no vamos a hablar de dinamización económica, creación de empleo y productividad innovadora sin estos pilares? Y esto, en un estado descentralizado como el nuestro, pasa por una financiación acorde a nuestra producción y, sobre todo, a nuestra potencialidad. Somos una tierra de comerciantes e industriales y queremos seguir siéndolo. Por eso exigimos seriedad a nuestros gobernantes de aquí y de allá, seriedad en cuanto a un modelo económico que dé estabilidad y garantía de futuro. La infrafinanciación es una rémora política que no nos podemos permitir en estos momentos.

Además nos preocupan otros muchos temas que no por ser tan mediáticos, carecen de importancia. En EVAP defendemos firmemente otras formas de hacer en economía. Creemos en modelos alternativos de liderazgo y, para muestra, todas y cada una de las galardonadas con los Premios EVAP, referentes femeninos y espejos en los que mirarnos. Nos interesa la economía del conocimiento y cómo ésta afecta al modelo productivo. Nos interesa, también, la cooperación interempresarial o la cooperación público-privada como estrategias conformadoras de una cultura empresarial fundamentada en trabajos colaborativos, que entienden la diversidad como una fuente de riqueza no sólo para sus organizaciones, sino también para la sociedad.

Y por supuesto nos preocupa, y mucho, porque lo sufrimos „reitero, lo sufrimos„ la ausencia de una mirada femenina en la economía. Cuestiones como la fiscalidad femenina que mejore las políticas redistributivas; las cuotas como mecanismo corrector de la desigualdad en los consejos de dirección y espacios decisorios; o la inclusión de indicadores para conocer mejor la realidad sociolaboral de la mujer, son exigencias que abanderamos porque entendemos que es una condición indispensable de una sociedad madura e igualitaria. La conciliación laboral y familiar así como la cuestión de los horarios racionales debe ser prioritario para las administraciones públicas y un compromiso para las empresas. Finalmente, la brecha salarial o la reivindicación de igual salario entre hombres y mujeres, aunque parezca un anacronismo insultante en pleno siglo XXI, es una de las grandes luchas que lideramos desde EVAP.

En definitiva, desde nuestro lugar, la empresa que representa EVAP, queremos aportar valor a nuestra comunidad, crear escenarios productivos innovadores que generen nuevas oportunidades de emprendimiento y de ocupación; y trabajar por una sociedad basada en la corresponsabilidad y la equidad.

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