Pablo García Bullón tuvo la idea de su vida mientras veía la televisión en un hotel de Nueva York hace dos años. En unos minutos emitieron varios anuncios de abogados que ofrecían sus servicios para «sangrar» a las compañías de seguros tras un accidente de tráfico. El emprendedor, abogado de profesión y con un máster en Administración de Empresas, maduró la idea, comprobó tras revisar las estadísticas que había un gran nicho de mercado y se dio cuenta de que «podía prestar el servicio en serie porque las denuncias son prácticamente iguales y solo necesitan modificaciones puntuales». Cuando volvió a Valencia montó la compañía Carcrash, una plataforma de reclamación online de indemnizaciones por lesiones en accidentes de tráfico que también ofrece el servicio de rehabilitación. Pablo García, que es el consejero ejecutivo de Carcrash, asegura que con su plataforma las víctimas pueden multiplicar sus indemnizaciones por siete.
El responsable de la compañía valenciana insiste en que el mercado potencial «es espectacular. En Madrid cada trece minutos hay un accidente de tráfico con lesionados, en Barcelona cada catorce minutos y en Valencia cada treinta y cuatro minutos. Son datos de Unespa, la Asociación Empresarial del Seguro». La empresa ofrece a sus clientes la posibilidad de elegir entre doscientos abogados en toda España y clínicas de rehabilitación para los tratamientos de recuperación.
El consejero ejecutivo de Carcrash explicó que el coste de los abogados los cubren las pólizas de seguros. Los clientes lo que tienen que pagar es entre un doce y un catorce por cien de las indemnizaciones que perciban. Si la reclamación no prospera, no tienen que abonar nada a Carcrash.
La firma prevé facturar 1,3 millones de euros en dos años tras alcanzar un flujo de 1.600 clientes al año. La empresa ya ha cubierto dos rondas de financiación de 15.000 y 40.000 euros, y ahora está inmersa en la tercera en la que pretenden llegar a 140.0000 euros.
El responsable de Carcrash advierte que la clave es la «desinformación enorme que tienen los españoles del derecho a reclamar tras un siniestro, situación de la que se aprovechan las compañías de seguro para dejar totalmente indefensos a sus clientes. Cuando sufres un accidente normalmente la compañía contraria te hace una oferta a la baja y tu seguro te recomienda que la aceptes. Muchos están perdiendo dinero».
