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El reportaje

Turismo gay: vender valores y hacer negocio

El Consell se lanza a por un mercado que mueve 5.000 millones al año en España, con un perfil que dobla el gasto medio

Turismo gay: vender valores y hacer negocio

La Generalitat va a presentarse en la próxima Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) con un nuevo stand y un nuevo relato. Una tierra amistosa, receptiva, acogedora para colectivos como el homosexual. La C. Valenciana estará representada por primera vez en el pabellón LGTB de la feria. Es un giro en la política auspiciado por el departamento que dirige Francesc Colomer. Una cuestión de «valores» pero también una oportunidad de negocio que un sector como el valenciano, con un modelo de tan baja rentabilidad, no puede renunciar a explotar.

Actualmente, el turismo gay es un negocio emergente. España, tras el cambio de sensibilidad hacia el colectivo impulsado por el primer Gobierno de Zapatero hace una década, se ha convertido en un destino «gay friendly». A caballo de aquella legalización del matrimonio homosexual, se ha convertido en el país más tolerante del mundo hacia la homosexualidad, según el Pew Research Center de EE UU. Por ello es uno de los cinco destinos favoritos del mundo, con un impacto en la economía española de más de 6.000 millones. Se trata de un perfil de mayor poder adquisito, que gasta el doble que el turista medio, según Turespaña. Sus viajes son más frecuentes y largos.

La C. Valenciana, sin embargo, apenas ha desarrollado infraestructura turística para este público. Es lo que pretende revertir el Consell. La Agencia Valenciana de Turismo ha puesto en marcha un departamento específico con un técnico encargado de crear producto y orientar el que ya existe hacia este colectivo, explican desde el Consell.

El primer desembarco, dentro de un mes, en Fitur, será más bien simbólico. La oferta valenciana estará expuesta por primera vez en el pabellón LGTB que desde hace años el colectivo monta en la feria internacional. Se harán folletos y se utilizará la bandera del arcoiris en acciones promocionales valencianas. Durante 2016, además, la acción exterior turística también llevará la C. Valenciana la feria Gay & Lesbian de Berlín y a la SITC de Barcelona.

De momento, la ciudad turística de Benidorm es el único enclave valenciano que ha desarrollado con éxito una oferta específica para este público. Desde hace un lustro, la asociación LGTB Benidorm-Marina Baixa organiza el Benidorm Pride, que se ha colado en el circuito de festivales del Orgullo de verano. Se celebra en septiembre, poniendo punto y final al circuito, tras Madrid, Barcelona, Sitges y Canarias. «Hay un nicho de mercado no explotado. Y es importante. Se puede fidelizar a lo largo de todo el año», apunta Chelo Oliva, presidenta del colectivo.

Benidorm es desde hace décadas una ciudad que, como varios puntos de Baleares, ha desarrollado un ambiente amistoso para el público gay. La zona del casco antiguo concentra la mayoría de locales, una treintena. Es lo que busca este público, una «gama de locales en una zona concreta».

El Benidorm Pride se ha convertido en una referencia para el público británico. En esta pasada edición, septiembre de 2015, entre ocho y diez mil personas asistieron. Un muy buen extra para la ocupación hotelera en los estertores de la campaña veraniega. «A partir de ahora el objetivo es el cliente nacional. Y en otros mercados europeos que no sean el inglés, que está más que consolidado. Holanda, por ejemplo», adelanta Chelo Oliva.

Y es que Benidorm ya trabaja para el Pride 2016. «Superaremos sobradamente los diez mil asistentes», adelanta. La promoción exterior se trabaja a través de prescriptores europeos (bloggers). Y ya trabajan con un objetivo de primer nivel: convertir Benidorm en subsede de Madrid 2017, que será capital mundial del Orgullo Gay. Una apuesta turística que viene trabajándose año tras año y puede inspirar al resto de enclaves turísticos de la Comunitat Valenciana.

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