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El informe

Una tormenta perfecta para lanzar la economía valenciana

La mejora en EE UU y la UE y la coyuntura en los países árabes beneficia a todos los sectores y augura que sigan creciendo las exportaciones y el turismo. El repunte del consumo interno será la guinda

Una tormenta perfecta para lanzar la economía valenciana fernando bustamante

Los astros se han alineado para que 2016 pueda ser un año fructífero para mejorar los resultados de la economía valenciana y que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) continúe por encima del 2,5 %, como prevén la mayoría de instituciones. El precio del petróleo bajo mínimos, la subida de tipos en EEUU y revalorización del dólar, la mejora de la economía de la zona euro, los conflictos en el Norte de África y Oriente Medio y la recuperación del consumo doméstico son elementos que se conjurarán en los próximos meses para afianzar la recuperación y en los que coinciden la mayoría de expertos consultados por El Mercantil Valenciano. Una dura tormenta para los países Árabes y los emergentes pero perfecta para el crecimiento del litoral mediterráneo.

La inestabilidad política en España y Francia son los únicos «peligros» y preocupaciones que podrían truncar las esperanzas de empresarios y ciudadanos de la Comunitat Valenciana, aunque incluso en este punto, algunos analistas restan importancia a la influencia de los vaivenes políticos. Bélgica estuvo más de 500 días sin gobierno y su economía creció más que la media. Además, la estabilidad en las instituciones tampoco garantizó una caída brutal de las cuentas públicas y de los negocios privados.

Jordi Palafox, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universitat de València, asegura que «todo parece indicar que 2016 seguirá siendo un buen año para la economía». Pero matiza. «Los parados de larga duración y jóvenes sin empleo van a seguir siendo muchos más, en términos absolutos y en porcentaje, que el resto de las economías desarrolladas y bastantes de las subdesarrolladas». Por su parte, considera que en materia laboral habrá una dato positivo: «la recuperación del empleo, aunque sea con salarios muy inferiores a los previos a 2007, reducirá la desigualdad».

«Para los beneficios empresariales, la inestabilidad en el norte de África y Oriente Medio y la mejor situación europea favorecerá el turismo y aunque con las mismas pautas, muchos visitantes y poco gasto por visitante, cabe esperar un buen año», argumenta. Palafox se muestra bastante escéptico con las exportaciones ya que, aunque seguirán creciendo «es cada vez más discutible que sus efectos multiplicadores en la economía valenciana sean tan elevados como se les suponen». Para el catedrático de la Universitat de València «la atenuación del pesimismo que ha dominado hasta 2015 a los consumidores, hará que el consumo interno siga avanzando y ello permitiría proseguir la recuperación».

Federico Félix, presidente de la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (Fedacova), uno de los sectores que más ha tirado de la economía valenciana en los últimos años, asegura que en 2016 su mercado «consolidará la recuperación y crecerá un punto por encima de este año». «Eso simplemente es la consecuencia de la mejora económica y de un cambio de ciclo que le da confianza a los consumidores», apunta. «Salvo que ocurra una cosa extraña, por ejemplo en el entorno político, la locomotora está en marcha y seguirá funcionado», señala el empresario de manera gráfica.

Para Félix la finalización del veto ruso podría ser la guinda a la tormenta perfecta en favor de la economía valenciana, «sobre todo para la citricultura y el conjunto del mundo agroalimentario». El presidente de Fedacova considera que el bajo precio del petróleo «es un acicate» y que mientras el coste de las materias primas se mantenga estable en los países emergentes su sector seguirá viento en popa. Eso sí, Félix muestra su preocupación por la guerra de precios en las cadenas de distribución alimentaria porque perjudica a los productores valencianos.

Empar Martínez, presidenta de la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP) mantiene que en 2016 «a peor no vamos a ir. Iremos un poco a mejor, pero muy poco. La infrafinanciación afecta a todo lo que depende de los presupuestos públicos». Por su parte, añade la también directiva de la cooperativa La Florida, «veo cierto repunte de la economía porque hay mejor actitud respecto al consumo y las empresas hemos hecho nuestros deberes y funcionamos mejor». Respecto a la economía colaborativa, Martínez afirma que el cambio político ha favorecido que «en algunas políticas sí que hay un interés en que se primen las cláusulas sociales y eso beneficiará a las empresas que tienen mayor responsabilidad social».

Vicente Lafuente, presidente de la federación del Metal de la Comunitat Valenciana (Femeval), también se muestra optimista en la evolución económica del año que hemos comenzado. «Seguiremos con el crecimiento, quizás a un nivel más ralentizado que 2015», prevé. Para el sector del automóvil, «si sigue el Plan PIVE, que seguirá, continuará creciendo de manera sostenida». Otros sectores, como la iluminación, muy afectados por el veto Ruso, no tendrán tan buenos números.

Lafuente prevé que el bajo precio de las materias primas como el petróleo, el gas, el hierro, el cobre, el níquel o el acero puede ser «muy beneficioso» porque se pueden hacer buenas compras. Más problemas pueden tener las empresas que venden acero, por la competencia desleal de China. Como Federico Félix, el presidente de Femeval también piensa que «el único problema es que se complique la creación del Gobierno y se genere desconfianza». «Se observa una recuperación consolidada del consumo. A poco que el mercado interior se mantenga y la exportación siga, creceremos», concluye.

El director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, argumenta que en el binomio 2015-2016 «se podrían generar alrededor de 150.000 puestos de trabajo». «Esta mejora es por temas externos pero también por la moderación salarial y el rigor con el que han actuado los valencianos», defiende. Illueca apunta a que la recaudación de la administración pública «se irá recuperando, lo que será fundamental para alcanzar los objetivos de reducción de déficit».

Respecto a los riesgos que puede sufrir la economía valenciana, el director general del IVF apunta a «los síntomas de debilidad de China, que pueden tener impacto en el conjunto de la UE que de manera indirecta nos puede afectar». Además, recuerda la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana como otra debilidad, que impide la dinamización de las políticas públicas. Illueca también asevera que en 2016 «no podemos seguir con estas cifras de desempleo que son una anomalía». Como retos del futuro, «seguimos necesitando una clara y decidida apuesta por la formación y seguimos estando por debajo de la media en estudios medios y en inversión en I+D+i».

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