Corrían tiempos recios en España durante los años sesenta, sobre todo en los núcleos rurales. La escasez de recursos era habitual en cualquier incipiente negocio profesional, lo que no impidió que Benjamín Guillén Ferrer, natural de Gúdar (Teruel), se trasladara a Valencia para comenzar su andadura por el mundo de la avicultura. Comenzó vendiendo huevos que compraba en distintas granjas familiares de Sinarcas y otras localidades de la comarca de Requena-Utiel y que repartía en motocicleta „una Ossa de pequeña cilindrada„ hasta que pudo adquirir su primera nave en el citado municipio.
En 1973 se le unió su hermano Joaquín (veinte años más joven) y, «poco a poco y con gran esfuerzo», recuerda el actual máximo ejecutivo de la compañía líder en el sector, consiguieron que la actividad fuera creciendo por toda la Comunitat Valenciana al colocar sus productos en grandes cadenas de supermercados. En 1984, fundaron Huevos Guillén, una S.L. a la que se unieron nuevas generaciones de la saga «reforzando así con con juventud y formación académica la experiencia y el tesón de los que ya estábamos», explica Joaquín Guillén después de toda una vida dedicada a producción y comercialización de huevos. El crecimiento logrado, como también la facturación, resulta astronómico, sobre todo tras convertirse „en 2008„ en interproveedor de Mercadona.
Una década antes iniciaba su relación comercial con la cadena de supermercados de Juan Roig y, por tanto, un proceso de expansión geográfica por toda España tras la compra de una participación mayoritaria (50,6 %) de las empresas del Grupo Padrino. Huevos Guillén emplea ahora a 450 empleados y 16 explotaciones avícolas (10 centros propios y 6, asociados) distribuidos en Valencia, Murcia, Toledo, Guadalajara, Extremadura, León, Canarias con capacidad para albergar 5,5 millones de aves ponedoras. Eso supone producir cada día unos 4,8 millones de huevos (tradicional, camperos y de codorniz) o lo que es lo mismo, 120 millones de docenas cada año. «La clave es conseguir un negocio que aplique un modelo de cadena agroalimentaria sostenible que mejore día a día la gestión para reducir costes y aumente la productividad», cuenta Joaquín Guillén desde el cuartel general administrativo de este imperio del sector avícola en España, con sede en el Parc Tecnològic de Paterna.
En continua expansión
El holding, con participaciones en diversas sociedades, posee cuatro fabricas de piensos propias y dos asociadas, una planta de ovoproductos y alcanza los 7 millones de litros de huevos pasteurizados (clara, yema y mixto). Su cifra de negocio supera los 160 millones de euros, un volumen que espera aumentar en 2016 con los nuevos planes de expansión tras su penúltima aventura empresarial.
La compañía interproveedora de Mercadona firmó en 2014 la concesión de una parcela en el parque empresarial Nuevo Tollo de Utiel para el desarrollo de una planta de ovoproductos con el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace). Huevos Guillén desarrolló en estos 10.452 metros cuadrados una planta destinada a la producción de derivados del huevo. El consumo de este producto se ha incrementado considerablemente en los dos últimos años. La apertura de la planta ha supuesto una inversión de 5 millones de euros y ha generado 20 trabajadores. Pero su planes de crecimiento no se detuvieron allí. En 2015 destinó 15 millones de euros para modernizar y ampliar instalaciones „adquirió una instalación en Abárzuza (Navarra)„ y en 2016 tiene previsto invertir 7 millones para incrementar la producción en sus granjas de Toledo (donde abrirá otras dos naves) y en León. En unidades, prevé crecer un 5 % este año en comparación con el anterior.
Joaquín Guillén asegura que todavía le queda «mucha cuerda» en la mercantil. Y dice que «todos los días almuerzo tortilla o revuelto. No hay problemas con el colesterol, si no se abusa», concluye el principal ejecutivo de la empresa. A final de año prevé gestionar ya ¡seis millones de aves!
