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El campo valenciano

Los cultivos subtropicales piden paso en el mercado

El crecimiento de la demanda de frutas alternativas en la UE y Estados Unidos dispara el interés de agricultores en busca de rentabilidades por el exceso de oferta naranjera en sus principales mercados

El cultivo de frutales subtropicales se presenta como una actividad económica interesante y con enorme potencial de expansión en zonas mediterráneas. En medio del exceso de producción citrícola y de la pérdida de rentabilidad para la inmensa mayoría de los agricultores, según el especialista Juan José Hueso Martín, investigador en frutas de la estación experimental de Cajamar-Las Palmerillas, «existe una demanda creciente de estos frutos en Europa, no tenemos competencia de otros países europeos y se puede suministrar fruta de alta calidad a mejor precio que nuestros competidores. Las frutas subtropicales más importantes y consolidadas en algunas zonas de España „más allá del éxito alcanzado por el caqui„ son el aguacate, la chirimoya, el níspero japonés y el mango», puntualiza con motivo de su participación en la jornada Inversiones rentables alternativas en el campo valenciano, organizada esta semana por el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Valencia.

Con esta jornada, el colegio de ingenieros agrónomos quiere acercar a los diferentes actores del sector agroalimentario valenciano las diferentes posibilidades de cultivos alternativos a los que actualmente existen, dominados por los cítricos. Esta institución, con todo, no recomienda ni se inclina por ninguno de los cultivos analizados en la jornada, sino que se limita a poner encima de la mesa alternativas para el campo valenciano, con el objetivo de rentabilizar al máximo las explotaciones agrícolas y con ello, generar riqueza.

Chirimoya

La chirimoya tolera temperaturas más bajas que los anteriores (hasta -3º C). También es sensible a la salinidad, como la mayoría de los subtropicales y requiere en torno a 6.500 metros cúbicos por hectárea de riego. Durante la floración (mayo-junio) prefiere zonas húmedas y frescas. La polinización artificial ha permitido aumentar los rendimientos y la calidad de la fruta, y a día de hoy es imprescindible. No obstante es necesario optimizar las operaciones de recolección, conservación y aplicación del polen para abaratar costes. Técnicas como la poda temprana y defoliación permiten adelantar la cosecha. La poda de primavera también ha hecho posible la producción de chirimoyas en invierno y primavera.

La introducción de nuevo material vegetal que amplíe la oferta, que mayoritariamente se concentrada en los meses de octubre a diciembre, es fundamental para el futuro de este cultivo, al igual que alargar la vida postcosecha. También el aguacate tolera heladas ligeras (hasta -2º C) aunque prefiere zonas libres de heladas y suelos ligeros y ácidos debido a su sensibilidad a la asfixia radicular, hongos de suelo y caliza. Es un cultivo exigente en calidad de agua y en cantidad (8.000-10.000 m3/ha).

Mango

El mango es la especie subtropical más sensible a las bajas temperaturas de las que hemos visto, ya que los árboles jóvenes mueren con temperaturas por debajo de los 0º C, requieren inviernos con mínimas por encima de los 10º C para un buen desarrollo, y en floración con temperaturas inferiores a 15º C existen problemas de cuajado. En la península, solo algunos emplazamientos con microclimas específicos permiten el cultivo del mango al aire libre con óptimos rendimientos. Se está extendiendo su cultivo bajo plástico, lo que permite ampliar el área de cultivo, así como adelantar la entrada en producción y aumentar los rendimientos, aprovechando invernaderos ya existentes para hortícolas que dejan de cultivarse.

Papaya

También la papaya es un cultivo estrictamente tropical solo cultivado hasta ahora en Canarias, si bien podría introducirse en áreas mediterráneas como la Comunitat Valenciana. La introducción de nuevos híbridos mejor adaptados a climas más frescos permite su expansión en ese territorio „siempre bajo invernadero„, si bien temperaturas por debajo de 10º C limitan el desarrollo normal de este cultivo. Se trata de una fruta de rápido crecimiento vegetativo, que empieza a producir a los ocho o nueve meses desde la plantación y es muy productiva. El ciclo se extiende desde los 18 a los 24 meses y se pueden alcanzar producciones de hasta 200.000 kg/ha. El manejo es bastante similar al de una especie hortícola, si bien los costes de producción resultan menores. «Frente a nuestros competidores contamos con la ventaja de la proximidad del mercado europeo, la logística, infraestructura y clientes. Tomando como referencia los precios de la papaya brasileña la rentabilidad puede ser interesante», afirma Juan José Hueso.

Almendro

El cultivo de este fruto seco es firme alternativa dentro de los cultivos de regadío, según sostiene la responsable del programa de mejora genética de portainjertos del almendro del Centro de Investigación y Tecnología Agraria (CITA) de Aragón María José Rubio Cabetas. En su opinión, las nuevas variedades de floración tardía y autofértiles «reducen los riesgos de heladas y los problemas de polinización». Además, con riego por goteo más fertirrigaciones es posible incrementar las producciones por encima de los 1.500 kilogramos por hectárea. Y no hay que perder de vista que la demanda mundial de la almendra crece cada año dado el reconocimiento de «alimento saludable».

Pistacho

España podría incrementar 120.000 hectáreas el cultivo de pistacho para abastecer la demanda de la Unión Europa. La I+D vegetal ha permitido superar los problemas de adaptación en tierras más pobres, lo que supone una gran oportunidad de negocio tras seis años de subidas de precios.España, fundamentalmente Castilla La Mancha, incrementó en el último año la superficie de pistacho en 1.500 hectáreas hasta llegar a unas 10.000 y lo hizo aumentando su producción en un un 25 %, para alcanzar las mil toneladas de cosecha.

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