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La entrevista | Salvador Solaz

«Para innovar hay que aislar grupos dentro de la empresa que sean como startups»

Salvador Solaz presentará su consultora Bring Value esta semana. La firma está especializada en asesoramiento tecnológico y gestión empresarial. Para su debut, presentarán un informe que desgrana la situación de las empresas valencianas respecto a la inversión en investigación y desarrollo. Solaz desgrana las conclusiones del informe para El Mercantil Valenciano.

¿La inversión privada en I+D+i de las empresas valencianas goza de una buena salud o ha sucumbido a la crisis?

La Comunitat Valenciana está entre las cinco primeras que más invierten en I+D. Se calcula que las firmas de nuestro territorio destinan 700 millones de euros al año a estas partidas. Comparados con Europa, estamos por debajo de la media del 2,2 %, porque en España se invierte el 1,24 %. Alemania un 2,6 %.

¿Qué papel pueden cumplir las administraciones en la investigación? Joseph Stiglitz asegura que es vital y cita a internet, inventado por el ejército de EE UU, como ejemplo de que la inversión pública es clave en la I+D.

El papel radica principalmente en incentivar la inversión desde el punto de vista fiscal. El I+D junto a los institutos tecnológicos tiene que tener un objetivo y recibir apoyos en los impuestos. También son importantes las subvenciones y los créditos blandos. Pero las empresas que invierten en investigación prefieren tener una menor carga fiscal.

¿Esta función se está cumpliendo?

Hay ayudas y una fiscalidad que revierte en costes de personal que se pueden deducir, pero no todas las empresas son conscientes de ese abanico de posibilidades. De hecho, en ocasiones no se cubre todas las posibilidades que las administraciones ofrecen.

¿Cuáles son los sectores de la economía valenciana en los que se está invirtiendo en innovación, si descontamos al agroalimentario?

La inversión en fabricación de productos se está potenciando para competir con los países que apuestan por los costes bajos. Se está invirtiendo mucho en biotecnología, ciencias de la vida y salud. También en tecnologías de la información y tecnología del consumo.

¿Las nuevas generaciones están más abiertas a invertir en innovación?

Sí, absolutamente. Hay un denominador común, que está muy vinculado a la cooperación con otras firmas, a abrirse al mercado y a tu competencia. Ese no tener miedo a nuevos retos, a colaborar con la competencia está muy arraigado en las nuevas generaciones. Si los dos ganan... esa apertura de miras y esa capacidad de cooperar marca mucho a las empresas valencianas que están funcionado bien.

¿El poco tamaño de las empresas valencianas es un handicap para el I+D?

Depende del sector, porque las empresas de servicios lo tienen más fácil ya que la mano de obra no es vital. Para las firmas más productivas o de distribución sí que es un impedimento. No es un problema, es una realidad y hay que darle la vuelta buscando la cooperación e intentar sumar esfuerzos para conseguir un ámbito de intereses comunes.

¿Y perder el control no les da miedo?

Hoy en día no es sólo fusionarse, sino orientarse a proyectos que te aporten temporalmente y que sin ir con otras empresas sería una misión imposible. No es tanto abandonar tu ADN como abrirte a nuevas formas de cooperación. Fuera de tu empresa hay mucho capital humano, inversor y conocimiento. Puede dar miedo pero las que se abren obtienen beneficios.

¿Las empresas valencianas han cometido errores en su tecnologización o en la apuesta por la innovación?

En general, en la tecnología de la información y las comunicaciones sí que se cometer errores y continúan habiendo problemas recurrentes. Muchas veces se invierte en tecnología por una cuestión más de forma que de contenido. Si no se planifica puedes tener problemas porque los proyectos no arrancan, cabrean al personal...

La tradición en España para financiarse han sido los bancos, pero hay otras muchas. ¿Qué recomiendan?

Hemos hecho un estudio sobre 300 directivos y piden nuevas formas de financiación. Se ha de reinventar el acceso al dinero. Es una de las palancas clave, ya no se trata de ir al banco y descontar pagarés sino ir a fondos de inversión, alianzas estratégicas... es una de las innovaciones.

¿Qué conclusiones ofrece el estudio?

Los directivos destacan que las competencias de las personas deben dejar de ser estancos. Se reclaman competencias cross-border, versatilidad y flexibilidad. La empresa se mueve en un entorno cambiante y las personas se tienen que adaptar. Hay que poner al cliente en el centro de la toma de decisiones de la compañía. En innovación, los directivos piden aislar grupos y crear startups internas dentro de la empresa y apoyarlos. Para el largo plazo no puedes consumir recursos del día a día porque no funciona.

¿Es partidario de invertir en big data?

La información está ahí y quien hace buen uso saca muchos beneficios. Se adelanta a tendencias que puedan venir.

¿Las firmas valencianas tienen particularidades en cuanto a la apuesta por el I+D?

Tenemos la ventaja de tener una gran vocación exportadora, lo que te ha abierto al mundo y te permite captar conocimiento y valor fuera de la empresa. Eso y las influencias de los turistas que nos visitan nos ha hecho ser abiertos. Eso te hace más escuchar a sus clientes y es la base del crecimiento.

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