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El campo valenciano

Un negocio de 4.000 millones por campaña

El sector citrícola español, controlado por empresas de la Comunitat Valenciana, acapara el 5 % de la producción mundial y comercializa el 25 % de las exportaciones del planeta. Las ventas han alcanzado resultados históricos a pesar de la competencia

Un negocio de 4.000 millones por campaña

Abandono de campos, crisis de precios, expansión de otros cultivos alternativos como el caqui o el almendro, envejecimiento de los agricultores, estructuras minifundistas poco competitivas, expansión de otras potencias competidoras mediterráneas con menores costes... Las noticias negativas sobre la marcha del sector citrícola se suceden. Sin embargo, sus cifras siguen ahí y el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) „la patronal nacional que aglutina a los principales operadores privados del país, cada vez también más productores„ quiere poner en valor la relevancia objetiva que mantiene la actividad. Lejos de ir a menos, pese a los reveses, sigue sumando. Inmaculada Sanfeliu, ingeniera agrónoma y técnico de la citada asociación empresarial, asegura que en cada campaña el valor de la fruta comercializada supera los 4.000 millones de euros „el 75 % se exporta„, con una producción que, más allá de los empleos de los citricultores, genera unos 90.000 puestos de trabajo directos (60.000 en recolección y otros 30.000, en la confección) y de forma indirecta beneficia a otros tantos decenas de miles. En cada temporada salgan por nuestras fronteras alrededor de 174.000 camiones cargados de los agrios para la UE.

Sanfeliu, quien participó esta semana en una jornada organizada por Agronegocio sobre Presente y futuro de la citricultura en España, apuntó algunas claves del éxito comercial de las empresas de la Comunitat Valenciana, que sigue siendo, sin riesgo a medio plazo de perder su condición, la primera potencia exportadora en fresco del mundo. En su opinión, «tenemos probablemente uno de los más altos costes de producción del planeta pero también la mayor diversificación varietal, una situación geográfica estratégica en la UE para abastecer por camión y hacer la entrega manteniendo el producto fresco pero sobre todo. Además „agregó„ damos un servicio regular a satisfacción del cliente adaptándonos a los diferentes códigos, empaquetados, formatos, protocolos de producción, reducción de residuos de plaguicidas y con un destrío muy bajo, del 3,6%, frente al 10% que caracteriza a nuestros principales competidores».

Control del comercio exterior

Eso explica que con el 5% de la producción citrícola „lo que supone ser el entre el cuarto y quinto puesto en el ranking mundial„ se logre cada año que una de cada cuatro naranjas, mandarinas, limones o pomelos exportados en el planeta siga siendo made in Spain. España conserva el liderazgo comercial citrícola indiscutible y lo hace en todas las especies „naranjas, mandarinas, limones„ salvo en la minoritaria de los pomelos. Las cifras que consagran esta primacía se repiten con ligeras variaciones desde hace lustros y se ven aupadas por la capacidad de un comercio que ha logrado superarse con nuevos récords de exportación en cuatro de las últimas cinco campañas citrícolas: desde la temporada 2010/11 y hasta la última que se tiene contabilizada, la 2014/15, cada temporada se colocó en el extranjero más tonelaje que en la anterior, salvo en la 2013/14, que se superó holgadamente los 3,7 millones de toneladas.

Marruecos, Egipto, Sudáfrica

El último récord, que por razón de la fuerte caída de la producción en la presente temporada no se repetirá, se ha dado precisamente en la campaña 14/15, con un volumen que por primera vez logró romper la barrera psicológica de los 4 millones de toneladas y llegó a los 4,151 millones. El CGC estima que alrededor de un 70 % de la fruta envasada enviada corrió a cargo del comercio privado no cooperativo.

El predominio español, especialmente valenciano, más evidente se da en el comercio mundial de mandarinas, pues casi una de cada tres exportadas proceden de España. Y este liderazgo tampoco parece amenazado por los rivales tantas veces alentados: «Marruecos viene creciendo mucho gracias a los incentivos del Plan Verde pero en un mes como diciembre España vende casi tanto como ellos durante toda la campaña: Egipto tiene un gran potencial pero una inestabilidad evidente; Turquía es fuerte en el Reino Unido pero con una oferta muy limitada a satsumas y mandarinas híbridas y Sudáfrica, padece muchos problemas fitosanitarios», explicó Sanfeliu. Y hay que tener en cuenta que en muchas de aquellas zonas productoras «el salario por jornada de trabajo es el equivalente al pago por un hora de jornal en España», concluyó.

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