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Opinión | Desde el campo

El futuro pasa por Sinyent

Términos como innovación, investigación, desarrollo o I+D+I se convierten a menudo en carne de proclama solemne, en manoseada declaración de principios

Términos como innovación, investigación, desarrollo o I+D+I se convierten a menudo en carne de proclama solemne, en manoseada declaración de principios. Hace cinco años, en AVA-Asaja pensamos que merecía la pena tratar de plasmar en una realidad tangible esos valores que todo el mundo está dispuesto a suscribir, al menos de boquilla. Corrían por aquel entonces tiempos especialmente complicados para el conjunto de la sociedad y tan difíciles como casi siempre lo han sido para el sector agrario, pero decidimos embarcarnos en el proyecto de poner en marcha la finca de experimentación agraria Sinyent, en Polinyà del Xúquer. Lo hicimos desde la humildad, pero partiendo también de la firme convicción de que ante las dificultades es preciso dar un paso al frente.

El propósito que alimenta esta iniciativa, sin antecedentes conocidos en el ámbito de las organizaciones agrarias europeas, es precisamente el de llevar a cabo una investigación de proximidad, realizada por y para los agricultores en un intento de dar respuesta a sus necesidades más inmediatas. Preferimos equivocarnos nosotros en nuestros ensayos antes de que los agricultores se equivoquen al tomar decisiones en sus explotaciones.

Cada día es más cierta la letra de aquella vieja canción que en tono un poco de chanza decía aquello de que «hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad». La agricultura ha cambiado muchísimo en las últimas décadas y para cubrir los elevados niveles de exigencia que le plantea la sociedad actual en todos los ámbitos debe recurrir a la ciencia, debe ir de su mano, porque la agricultura del futuro será sostenible e innovadora o no será. Y sostenible quiere decir moderna, productiva y competitiva, pero también escrupulosamente respetuosa con el medio ambiente, con la calidad contrastada de sus producciones y, por supuesto, con la seguridad alimentaria. La FAO asegura que uno de los grandes retos planteados a medio plazo es el de alimentar a un planeta que en 2050 habitarán 9.000 millones de seres humanos. Un lustro después, esa apuesta empieza a tomar forma de un modo visible tal como pudieron comprobar esta semana los periodistas que visitaron nuestras instalaciones en una jornada de puertas abiertas a los medios de comunicación y a quienes me gustaría agradecer su presencia porque los consideramos aliados imprescindibles para dar a conocer los avances que allí intentamos llevar a cabo.

Estamos abiertos a la sociedad. Por eso hemos firmado convenios de colaboración con la Universitat Politècnica de València, con centros investigadores como el IVIA y con empresas punteras. No queremos que nuestra agricultura se quede descolgada porque nosotros seguimos creyendo en este sector y desde Sinyent intentaremos, con la mejor voluntad, aportar nuestro granito de arena para tratar de hacer posible un futuro mejor.

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