Las pasadas elecciones generales dibujaron un escenario político incierto que no sabemos aún dónde nos llevará. Más allá de los posibles equilibrios o pactos que aúpen un Gobierno de un color u otro, o incluso multicolor, las valencianas y los valencianos nos jugamos mucho.
Nos jugamos nuestro futuro, y el de nuestros hijos, y éste dependerá de la presencia, la fuerza o la cohesión que podamos demostrar en el que, todavía hoy, sigue siendo el centro de decisiones políticas fundamentales para nuestro desarrollo; Madrid.
Es desde Madrid, mal que nos pese en ocasiones, donde se decidirá el reparto de unos fondos provenientes de la financiación autonómica necesarios para poder seguir ofreciendo la mejor sanidad, educación o prestaciones sociales a los nuestros. Es en Madrid donde se decidirá si se aprieta el acelerador o no, de ese Corredor Mediterráneo que debía de comunicarnos con el centro de Europa. Es en Madrid donde decidirán si, por fin, desbloquean el que está llamado a convertirse el mejor parque logístico del Mediterráneo: Parc Sagunt.
Pero todo ello depende del peso y la fuerza que nuestra Comunitat, unida, sea capaz de mostrar en Madrid.
La Comunitat Valenciana ha sido durante los últimos años vilmente maltratada, en parte fruto de decisiones políticas arbitrarias y en parte por haber quedado excluida de los foros de decisión.
Ambas circunstancias, complementarias la una de la otra, nos han abocado a una situación en la que nos hemos visto marginados en materia de inversiones y sometidos a un modelo de financiación que ha lastrado gravemente nuestras posibilidades de presentarnos como una comunidad autónoma de primera.
No obstante, no es momento de mirar atrás y sí de construir los consensos necesarios para diseñar un futuro cimentado sobre la colaboración y cohesión de todos los agentes políticos, económicos y sociales de nuestra Comunitat. O somos capaces de presentarnos ante Madrid como un verdadero lobby valenciano y valencianista que exhiba/reivindique sin complejos y con orgullo las potencialidades de una región llamada a liderar un espacio geográfico como es el mediterráneo español, por su capacidad productiva y situación geoestratégica, o nuevamente nos tomarán la delantera.
Muchas cosas en común
Ahora más que nunca tenemos que juntos, políticos y empresarios, dejar de lado nuestros intereses particulares y nos mostremos ante la sociedad española con una única voz y un proyecto sólido para nuestra tierra. Tenemos muchas más cosas en común.
Es el momento de establecer las bases de la Comunitat Valenciana de las próximas décadas, de dar respuesta a nuestras prioridades y de diseñar las políticas que nos permitan afrontar los retos venideros. En definitiva, de establecer la hoja de ruta que nos lleve a una Comunitat más prospera y solidaria, de oportunidades y bienestar para los ciudadanos. Ese será el éxito de la sociedad valenciana. La nuestra.