La startup valenciana Languing ha superado los 75.000 usuarios en apenas un año con un método revolucionario que permite aprender idiomas practicando a través de una red social. La dinámica es similar a las de las personas que se citan en un bar con extranjeros para practicar idiomas pero a distancia. La firma, que ha sido acelerada en Lanzadera, ha habilitado esta semana la aplicación para dispositivos Android y en unos días tendrá disponible la del sistema iOS. El fundador de Languing es Alejando Sahuquillo un arquitecto y farmacéutico de 35 años que ha aprendido cinco idiomas viviendo en el extranjero. Sahuquillo, tras su última experiencia en Rusia, pensó en montar una academia tradicional, pero cambió de idea tras mejorar su ruso a través de videoconferencias con Skype. La utilización de la red social es gratuita. La compañía prevé comenzar a ganar dinero el año que viene con un sistema que incluya clases a distancia de profesores.

Alejandro Sahuquillo es un auténtico trotamundos. A los once años sus padres lo enviaron a un campamento en California y allí comenzó su inmersión lingüística. Era el más pequeño del grupo. Unos años más tarde sus padres lo volvieron a enviar a Estados Unidos a estudiar el equivalente a tercero de BUP, en un entorno en el que nadie hablaba castellano. «No soy más listo que mis amigos por hablar más idiomas que ellos. Simplemente yo aprendí de una forma natural viviendo en el extranjero mientras que ellos, tras intentarlo mucho, no habían conseguido ni tan siquiera hablar inglés», confiesa. El responsable de Languing tuvo su segunda inmersión lingüística en Italia durante un curso de Erasmus de farmacia en Bolonia. Sahuquillo acabó farmacia y decidió estudiar arquitectura. «Me fui a hacer un curso a Praga y allí empecé a hablar checo. También aprendí francés porque tenía dos amigas francesas», añadió. Al terminar arquitectura se trasladó a Moscú a trabajar como arquitecto porque en España acababa de explotar la burbuja inmobiliaria. «Llegué a Rusia sin saber nada de ruso, pero es como todo. Si te pones, puedes».

Sahuquillo apuntó que nada más llegar a Rusia le ofrecieron la posibilidad de recibir clases por Skype, pero prefería un profesor «como los de toda la vida». Sin embargo, un día probó y se quedó «fascinado» por las posibilidades que ofrecía la videoconferencia. «Una academia de idiomas te limita porque no es la forma natural de aprender idiomas. Puedes dominar la gramática, pero es esencial la práctica».

El responsable de Languing logró entrar en Operación Emprende de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia y hace un año fue seleccionado por Lanzadera para montar su plataforma de aprendizaje de idiomas. Langüing, que es una plataforma muy sencilla de utilizar, permite contactar con distintos usuarios e intercambiar idiomas por vídeo, audio o chat. «El sistema de Langüing crea adición. El 99 % de los usuarios que utilizan la videoconferencia vuelven a la plataforma para seguir aprendiendo. Un tercio de estos usuarios la usan todos los días», aseguró Alejandro Sahuquillo.

Afinidades

El responsable de la compañía explicó que la plataforma empareja a los usuarios por afinidades. «Yo que estoy interesado en mejorar mi ruso puedo contactar con arquitectos de 30 a 35 años de Rusia, que les gusten los libros y el tenis». El fundador de la firma destacó que los usuarios de Langüing permanecen conectados de media 21 minutos al día frente a los de Facebook que están 20 minutos». La mayoría de los usuarios de Languing son de Europa y Centroamérica. En la plataforma se hablan 61 idiomas y los más utilizados son el inglés, el español, el francés y el alemán. Aunque hay para todo. Algunos usuarios también aprenden esperanto, mongolo o albano.