En 1975 Supertramp se mofaba de la durísima crisis del petróleo que estalló en 1973 y que empezó a cavar el agujero en el que todavía sigue metida la socialdemocracia europea y que lanzaría las tesis neoliberales (neocons en su versión más actual) de la Escuela de Chicago al estrellato, con los EEUU de Ronald Reagan y la Gran Bretaña de Margaret Thatcher „tan idolatrada y vitoreada por el PP valenciano de Isabel Bonig„ como principales valedores.
La banda británica, en su disco Crisis? What crisis?, quitaba hierro al golpe económico y a la recesión mundial y cantaba a la banalidad. ¡Hay que vivir la vida!
Ocho años después de la última gran recesión iniciada con la caída de Lehman Brothers, El Mercantil Valenciano ha preguntado a 13 expertos si consideran que la crisis económica en España ha finalizado o no. Hay tesis para todos los gustos. Inquieta la reflexión del economista José Carlos Díez, quien asegura que la compra de deuda soberana impulsada por el BCE de Mario Draghi ha «inflado» artificialmente el crecimiento de España. Es decir, que sin este apoyo financiero nuestro país estaría pagando unos intereses inasumibles y el déficit se desbocaría, más si cabe.
Este tipo de reflexiones deberían hacer pensar al Gobierno en su política de rebajas y bonificaciones fiscales. España tiene los impuestos más altos de Europa pero es de los que menos recauda, según el Eurostat. No es baladí que en el pasado Ecofin, el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, coloreara la cara al ministro Luis de Guindos por los constantes incumplimientos de España del pacto de estabilidad.
Todos los autores coinciden en que es más que evidente que los datos macroeconómicos son buenos y que técnicamente la recesión se ha superado desde 2013. Pero también están de acuerdo en que las cifras de paro son un losa. El presidente de Cierval, José Vicente González, lo tiene claro. Hasta que no bajemos este índice a la mitad, es decir, a un 10 % de la población activa, la maquinaria económica no generará suficientes recursos para cubrir las necesidades del Estado de Bienestar. La mayoría del empleo lo ha creado la iniciativa privada impulsada por las exportaciones y la recuperación del consumo. Es el momento de que el sector público insufle alegría a sectores como la obra pública. Aunque sin Gobierno y sin plan Juncker es inviable. Habrá que trabajar.
La directora de Proyectos Internacionales del IVIE, Matilde Mas, abre un melón más que controvertido. Cito textualmente: «Encuentro preocupante el discurso que se extiende en todos los ámbitos de que puesto que ya hemos salido de la crisis ya podemos volver a recuperar los ´derechos perdidos´ y deshacer los recortes que se tuvieron que hacer. Creo que esto es un gran error. Si la crisis afectó a España con especial dureza fue por sus ineficiencias en prácticamente todos los órdenes». Para reflexionar.
