El aforo citrícola que esta semana pasada nos facilitó la Conselleria. Se ha realizado en base en una muestra cuya superficie asciende a 3.084 hectáreas y se han visitado más de 4.860 parcelas. Se trata de un trabajo de campo más completo y documentado y con menos márgenes de error. Las previsiones de cosecha son de 3.953.226 toneladas, prácticamente similar a la de hace dos campañas. Queda de manifiesto la tendencia al alza en la producción de nuevas variedades que más demandanel mercado. Esto demuestra la profesionalidad de los citricultores, reinjertando unas por otras, y las nuevas plantaciones con los pies más adecuados según las características de suelos.
Hay que destacar el descenso de más de 1.650 Ha destinadas al cultivo de cítricos, la mayor parte en la provincia de Valencia, sustituidas por otros cultivos y una gran parte al abandono, que cada año se incrementa, dejando de generar empleo y beneficios. Reconocer el gran esfuerzo de los citricultores, en secar adelante esta cosecha con unos mayores costes de producción, debido a la escasez de lluvias y ciertas dificultades en calibres así como posibles enfermedades, que debemos corregir. Nuestra mayor preocupación es el comportamiento de los mercados, la mayor parte de nuestra producción la exportamos, y no podemos olvidar que en los últimos años nos hemos superado año tras año. El poder repercutir estos mayores costes de producción, solo lo podemos defender cuando negociamos el contrato de compra venta.
Debemos utilizar los contratos homologados por el Ministerio de Agricultura, para el buen funcionamiento de la cadena agroalimentaria, contamos con la ley de productos frescos perecederos y para vigilar un buen cumplimiento tenemos la AICA, la Agencia de Información y Control Alimentario.
Desde UPA esta semana hemos exigido a la ministra de Agricultura en funciones, Isabel García Tijerina, que «haga valer el peso del campo» en el Gobierno y consiga una postura de rechazo al TTIP que «es unánime en los sectores agrícola y ganadero de nuestro país».
Mientras que Francia y Alemania ya se han mostrado en contra de estas negociaciones, nuestro país sigue apoyando explícitamente al TTIP, como quedó reflejada en una carta de apoyo a las negociaciones enviada la semana pasada, entre otros por España, junto con otros once países como Italia, Suecia o Portugal. Los agricultores y ganaderos estamos seguros de que el modelo de producción de alimentos de Europa, basado en la sostenibilidad y en la agricultura familiar, estaría en peligro de prosperar este acuerdo, por lo que hemos vuelto a reclamar el fin de estas negociaciones y la protección de un sector que genera riqueza y empleo «protege el medio ambiente y proporciona alimentos a millones de ciudadanos. España, potencia agrícola, no protege a su sector».
