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La productora de cine que añora los caballos

Paloma Mora es toda una veterana en el mundo de la empresa, pese a haber nacido en 1970. Y es que a los 18 años, al tiempo que estudiaba Ciencias de la Información, montó su primera empresa: una tienda de ropa. Tras terminar la carrera cerró los tres establecimientos que ya tenía y se pasó a la producción de cine.

Paloma Mora añora los caballos. Su familia llegó a tener tres y montarlos era una de sus principales aficiones. Pero prácticamente ha tenido que dejarlo porque su empresa, una productora de cine, le absorbe la mayor parte del día. Como ella misma afirma, se trata de un oficio en el que la conciliación laboral y familiar «es muy complicada». De ahí que ni esté casada ni tenga hijos. También, que otras dos de sus actividades de ocio preferidas, la lectura y el cine, estén mediatizadas por su trabajo: «Me gusta mucho leer, pero la mayor parte son guiones y en el cine no disfruto como un espectador normal, porque veo las películas como productora». Gajes del oficio, como suele decirse. Uno tiene que arrostrar las consecuencias de sus decisiones vitales. No hay otra.

Mora, nacida en Valencia en 1970 en una familia de tres hermanos en la que el padre era empleado de banca y la madre, ama de casa, pudo orientar su carrera empresarial hacia otras direcciones. Su vida educativa se inició con un tropiezo. Al finalizar el primer curso en el parvulario regido por monjas, «me sabía todos los rezos pero no sabía leer ni dos palabras», así que los padres la cambiaron de colegio. Fue, seguro, una sabia decisión, porque, además de a leer, le enseñaron bien de números. La empresaria asegura que «siempre» le ha divertido trabajar» y por ello en los años del bachillerato aprovechaba los fines de semana y los períodos vacacionales para emplearse en una tienda de ropa. En COU, pasó de empleada a autónoma y montó la suya propia, motivo por el que cursó el preuniversitario en el turno nocturno. Mora estudió Ciencias de la Información en el CEU de Valencia. Durante los años de la carrera, iba a la universidad por las tardes y las mañanas las dedicaba a acudir a los mayoristas para comprar ropa y atender sus tiendas, de las que llegó a tener tres. También fue entonces cuando un profesor del CEU que tenía una agencia de publicidad le propuso a ella y a otro alumno que se dedicarán a la producción de contenidos audiovisuales.

«Euromillón»

Al compañero de estudios le surgió una oferta en Madrid y entonces Mora se asoció con el mentado profesor y crearon Createle Creative Consulting. Fue en aquel momento cuando traspasó las tiendas, para disgusto de la familia, que veía en ellas un negocio más seguro que el mundo audiovisual. Sin embargo, por aquellos años, hacia 1998, Canal 9 era un bastión de ese sector. Y su motor. El primer programa «que hicimos» para la desaparecida televisión valenciana fue el concurso «Guanye qui guanye», que «pretendía romper con los tópicos sexistas». Poco después, «nos asociamos con una productora de Andalucía y empecé a dirigir programas de entretenimiento, como "Números rojos", que funcionó bien y estuvo dos años en antena», como recuerda ahora esta emprendedora asociada a EVAP, la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia y también a la Asociación Valenciana de Productores. El programa fue exportado a países como Argentina y Turquía, a los que Mora se trasladaba dos o tres semanas «para arrancarlo»

En aquella etapa, en la que empezó a trabajar como productora, Createle lanzó concursos como «Euromillón» o «Parchís». En 2007, la empresa cesó en su actividad por la voluntad de Mora de dedicarse a la ficción. En Createle participaba a través de TVON, su propia empresa, con la que se dedica desde entonces al cine. Con su firma ha producido en estos años varios largometrajes, documentales, series y algún corto de ficción y animación, como «Tierra sin mal», «Un suave olor a canela» o «El amor no es lo que era». En la actualidad está rodando en Valencia «Terra Cremada». Para 2017 tiene en cartera una miniserie de dos capítulos titulada «La Riuà», sobre la riada que anegó Valencia hace sesenta años.

Un sector casi hundido

Mora asegura que el cierre de Canal 9 «ha sido demoledor para el sector», si bien ella ha sorteado esa hecatombe porque no trabajaba en exclusiva para la televisión autonómica: «No me puedo quejar, porque enlazamos una producción tras otra, lo cual es una gran suerte en un sector que está tocado y casi hundido, con un 98 % de paro». Seguir adelante le cuesta lo suyo. «Soy muy currante; hoy [por el miércoles] me he levantado a las 6.15 para estar a las siete en el set de rodaje en Riba-roja y acabaré hacia las ocho y media», incluidos los sábados, asegura antes de precisar que es una de las pocas productoras valencianas que acude a mercados internacionales como los festivales de Cannes, Berlín o Toronto.

Paloma Mora afirma que en su empresa y en su modo de trabajo intenta cumplir dos condiciones irrenunciables. Por un lado, «tengo en cuenta que en las jefaturas de equipo haya mujeres». Por el otro, «siempre me acuerdo de que en mis primeros pasos en este mundo me dieron una oportunidad para entrar y por eso en todos los rodajes doy opciones a estudiantes» para que se fogueen.

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