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Un guardián de las esencias agrarias de la C. Valenciana

El emprendedor Héctor Molina impulsa un sistema agrario ecológico a través de su empresa 3cents Productes de la Terra, S. L., para recuperar variedades desaparecidas de cítricos, olivos y arroz de Valencia

Héctor Molina ha puesto en marcha la empresa El3ments y otras iniciativas en el sector agrario y gastronómico

Héctor Molina Fabra (Vila-real, 1977) no es un agricultor al uso. Parece un guardián de las esencias. Entre otras iniciativas ha puesto en marcha un banco de semillas para la recuperación y conservación de cultivos autóctonos que aglutina alrededor de mil referencias de tomates, judías, habas, melones, lechugas... De todo hay en un este búnker tras los planes de la Unión Europea (UE) para prohibir la comercialización y reproducción de semillas autóctonas y que se materializó recientemente con la Ley de material reproductivo de las plantas. «La idea de crear el búnker nace cuando nos enteramos que nuestro trabajo iba a prohibirlo la Unión Europea por la citada Ley de Materiales Reproductivos de las plantas. Había que acelerar al máximo la recuperación, había que salvaguardar nuestras semillas, las de nuestros abuelos. Tengo claro que no vamos a dejar de reproducirlas», explica.

El presidente de la sectorial de jóvenes de Fepac-Asaja desde 2014, auténtico emprendedor en el sector primario de la economía, es promotor de la empresa de agricultura ecológica El3ments. Con sede en Vila-real. El objetivo de esta mercantil es «recuperar una prosperidad que durante siglos nos alimentó y vio crecer» y , de otro lado, «evitar que un pasado de tierras ricas y fértiles se convierta en un páramo de cultivos abandonados» por falta de rentabilidad, apunta en declaraciones a El Mercantil Valenciano.

Un giro a los modelos de negocio actuales, según Molina, es 3cents Productes de la Terra, S. L., empresa en la que asume actualmente el cargo de gerente, desde la recuperación de variedades desaparecidas comercialmente, tanto en naranjas y mandarinas , como diferentes variedades de olivo y arroz de Valencia con sello Denominación de Origen (DO). También abre vías de comercialización y coordinando un sistema de recolección, manipulación y logística que permite cualquier producto en fresco estar presente en cualquier punto de la Unión Europea en 24 horas desde su cosecha en campo hasta entrega en destino.

El joven agricultor „con estudios de Empresariales, profesor de la Universidad Gastronómica Gasma (Castelló) y miembro del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores (CEJA)„ ha sido invitado por la comisión de Agricultura del Parlamento de la UE para exponer ante un grupo de expertos del Ejecutivo de Bruselas. En 2008 arrancaba sus aventuras profesionales recuperando campos de cítricos y en 2012 presentó un proyecto en una convocatoria de la Unión Europea coordinada por Asaja llamada «Joven agricultor e innovador». También ha puesto en marcha Crec3r, una entidad para impartir formación agraria y gastronómica en centros educativos.

Entre huertos y Bruselas

En su opinión, «los avances tecnológicos no han sabido convivir de forma armoniosa en el medio rural, si bien pueden ser el aliado perfecto para un desarrollo inteligente y sostenible de esas zonas abandonadas. Molina considera que con la implantación de «sencillas medidas y con la apuesta por la calidad de los cultivos» se puede mejorar la producción y tener una gestión eficaz para reactivar la economía local. «La agricultura „añade„ es una actividad de gran importancia estratégica como base fundamental para el desarrollo autosuficiente de las personas y riqueza de los territorios».

A caballo entre huertos, viajes por España y Bruselas, Molina defiende modelos de agricultura inclusivos y la gestión respetuosa con la cultura y la tierra. «Hemos derivado hacia variedades híbridas y estamos esclavizándonos por ocho empresas que controlan más del 60 % de las semillas que se consumen hoy en día», lamenta el agricultor mientras advierte del poder de grandes multinacionales como Syngenta o Montsanto, cuya fusión ya está en marcha.

«Las cifras de relevo generacional constatan la grave crisis que azota al campo europeo, especialmente el español, donde menos del 6 % de su población agraria tiene una edad inferior 40 años. En la Comunitat Valencia tenemos uno de los peores índices de renovación: ni siquiera llega al 4 %», advierte. En esta autonomía una cuarta parte de las tierras de cultivo es baldía, lo que genera problemas medioambientales, la pérdida de agua en los acuíferos o la proliferación de plagas. «Hay que recuperar el campo. La apuesta por la agricultura intensiva no es el único modelo posible», concluye.

«El nuevo modelo agrario no puede sostenerse con propietarios mayores de 65 años»

«Hay que hacer una buena planificación, que no hemos sabido desarrollar a través de un modelo de explotación y de comercialización rentables», agrega. Ahora bien, «el modelo agrario del siglo XXI no puede ser llevado a cabo por propietarios mayores de 65 años, quienes controlan las actuales explotaciones agrarias», sostiene el agricultor castellonense.

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